Si los pasos son forzados
el camino se hace largo.
Pero ¿por qué andar tanto
para llegar aquí donde
estoy?
No tuve que ir; él vino
por nosotros, por todos.
Y por su trabajo recibimos,
sin precio, gracia y verdad.
La vista engaña; vemos bien
con los ojos del corazón.
Por amor de su nombre
eterno,
caminamos juntos, unos y
otros.
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