viernes, 20 de mayo de 2022

Cosas mejores

"Pero nuestro Sumo Sacerdote ha recibido un ministerio mucho mejor, pues es mediador de un pacto mejor, establecido sobre mejores promesas." Hebreos 8.6


La mayoría de nosotros prefiere una deliciosa comida casera a una bandeja plástica preparada en el microondas. Preferimos agua mineral natural al agua del grifo. Preferimos una casa cómoda y segura a una choza en medio del monte. Si bien podemos no coincidir en qué es precisamente mejor, no hay dudas que todos procuramos lo que para nosotros mismos consideramos mejor o superior.


La epístola a los Hebreos podría ser titulada: "el libro de las cosas mejores". Nos presenta a Cristo siendo superior a los ángeles, mejor que Moisés, mejor que el Sacerdocio y el tabernáculo. Todo lo anterior fue creado, enviado y aprobado por Dios, sin embargo eran sencillamente la preparación para lo mejor es insuperable que es Cristo mismo: "La ley es apenas el contorno de los bienes venideros, y no su imagen real" (Hebreos 10.1).




Cristo, habiendo consumado su obra, nos ofrece y nos otorga algo infinitamente superior a cualquier cosa bajo la antigua alianza. En él tenemos una mejor y definitiva revelación del propósito de la voluntad de Dios, y su cumplimiento. Cristo es no solamente la promesa, también el cumplimiento de la promesa, su consumador y su garante. Por Cristo, con él, y en él, disfrutamos hoy mismo la paz, la alegría y la seguridad del reinado de Dios. "Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios" (Hebreos 12.2).