viernes, 1 de septiembre de 2023

Cuando a las personas buenas les pasan cosas malas

"Entonces el Señor le preguntó: «¿Y no has pensado en mi siervo Job? ¿Acaso has visto alguien con una conducta tan intachable como él? ¡No le hace ningún mal a nadie, y es temeroso de Dios!»" Job 1.8

Nos guste o no, las contrariedades, las pérdidas, el dolor y la frustración son parte de nuestra vida. Un pensamiento primitivo constantemente nos conduce a pensar en un universo mecánico, donde si somos "buenas personas" no tendremos ninguna experiencia negativa. 

¿Cuál es la lección implícita en el libro de Job? Que las personas buenas, justas e íntegras también sufren, igual que las personas egoístas, culpables y malvadas. No por causas y efectos mecánicos, sino porque así es la vida. Job "era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal". Job era intachable, y no por ello estaba libre de tribulaciones.

¿Entonces debemos resignarnos a nuestra condición actual como la mejor que puede ser? No, no es así. Deberíamos aceptar las circunstancias tal como se presentan, pero no sin esforzarnos por mejorarlas. Aceptar el bien en la medida en que lo percibimos y trabajar hacia la mejora continua es construir una reserva con la que afrontar lo que viene y aportar lo nuestro con amor y alegría.