viernes, 16 de diciembre de 2022
Pide una señal
viernes, 9 de diciembre de 2022
Ánimo, no tengan miedo
viernes, 2 de diciembre de 2022
Un reinado de paz y justicia
"De ese tronco que es Jesé, sale un retoño; un retoño brota de sus raíces. [...] En ese tiempo el retoño de esta raíz que es Jesé se levantará como una señal para los pueblos; las naciones irán en su busca, y el sitio en que esté será glorioso." Isaías 11.1, 10
Durante generaciones el pueblo de Judá había endurecido su corazón e ignorado, cuando no directamente rechazado y matado, a aquellos que les advertirían de las consecuencias de ir tras dioses extraños, y como resultado se apartaban más y más de la instrucción del Dios de sus padres, Abraham, Isaac y Jacob, hasta que sus ciudades quedaron desoladas y su gente arrastrada al cautiverio.
No obstante, Dios levantó de la "buena semilla" al buen rey Ezequías (Yizqiyyâhu), quien brotó entre ellos como un retoño del tronco del árbol cuya sustancia permaneció en él, reunió a los miembros dispersos de su pueblo, restauró y purificó el Templo, y volvió a la legítima adoración del Dios único. Isaías fue consejero de Ezequías y en ese momento predijo la era del reinado del Mesías, una profecía cumplida siete siglos después en la venida de Jesús (Yeshúa) a su pueblo, y cada vez que reconocemos en la conciencia de cada individuo la verdad de nuestro ser real.
"El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán". El significado del nombre Jesé (Yishay) es regalo, don, dádiva. El reinado de justicia y paz no es un logro del esfuerzo humano, de la moral o de la política, sino una dádiva generosa de Dios cuando vivimos en armonía con el orden divino.
El anuncio de Isaías (Yeshayaáh) es tan claro en su significado que necesita poca interpretación. Procuraremos aplicar las enseñanzas de esta profecía, el anhelo y la manifestación de la era mesiánica, justica, paz, bondad y amor de manera práctica para guiarnos en nuestra vida cotidiana.
viernes, 25 de noviembre de 2022
Forjarán sus espadas en rejas de arado
viernes, 18 de noviembre de 2022
En plena fe
"Luego tomó diez de los camellos de su amo y, llevando consigo toda clase de regalos de su amo, se encaminó a Aram Najaráin, a la ciudad de Najor." Génesis 24.10
El siervo de Abraham se encaminó a Mesopotamia en busca de una esposa para Isaac. ¿Que significa eso? Mesopotamia, la tierra situada entre dos ríos, significa "tierra media". El hecho de que se buscara esposa para Isaac entre los parientes de Abraham muestra que lo espiritual y lo material están juntos en la conciencia y que lo primero puede brotar de un ambiente en el que predomine lo segundo, como "una raíz tierra seca". Bajo tales condiciones, la conciencia espiritual se gana sólo después de una lucha, pero es una ganancia que perdura.
Una firme resolución y un alto propósito dan poder espiritual a los pensamientos y nos garantizan una respuesta directa a nuestras oraciones. La fe aplicada en la determinación y la propuesta en la oración garantizan el cumplimiento de nuestro deseo. En plena fe, sin dudar nada somos capaces de reconocer la respuesta a la oración de forma natural y rápida. La duda destruye la percepción y el discernimiento necesarios para reconocer la respuesta a la oración.
La acción es el fiel servidor de la fe. A menos que pongamos nuestra fe en nuestros pensamientos, palabras y acciones, su obra no está completa, y para todos los intentos y propósitos somos iguales a los incrédulos. La fe cobra vida en nosotros cuando la ponemos en acción.
viernes, 11 de noviembre de 2022
¿Cómo resucitarán los muertos?
"Tal vez alguno preguntará: «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpo tendrán?» ¡Vaya pregunta tonta! Cuando se siembra, la semilla tiene que morir para que tome vida la planta. Lo que se siembra no es la planta que ha de brotar, sino el simple grano, sea de trigo o de otra cosa. Después Dios le da la forma que él quiere, y a cada semilla le da el cuerpo que le corresponde. Del mismo modo, hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero una es la hermosura de los cuerpos celestes y otra la hermosura de los cuerpos terrestres. El brillo del sol es diferente del brillo de la luna y del brillo de las estrellas; y aun entre las estrellas, el brillo de una es diferente del de otra. Lo mismo pasa con la resurrección de los muertos. Lo que se entierra es corruptible; lo que resucita es incorruptible". 1 Corintios 15.35-38, 40-42
La lista de las glorias comparativas del sol, la luna y las estrellas nos describe la verdad de que la vida espiritual prevalece sobre la material, y que mientras el alma se aferra a la existencia material y teme la inconsciencia material que trae la muerte, la conciencia de la vida espiritual vence todo este miedo. Todo lo que se necesita es confianza o fe en Cristo, el don de Dios y Dios mismo.
¿Cuál es la diferencia entre “alma viviente” y “espíritu vivificante”? Un alma viviente es la conciencia individual de sí mismo como miembro de la raza en pensamiento, sentimiento y expresión. El espíritu vivificante es la expresión de la conciencia de comunión con Dios.
¿Qué logró la resurrección de Cristo para toda la humanidad? Para aquellos que creen en él, eliminó el miedo a la muerte como el final inevitable de la vida. Jesús pasó por la muerte, luego resucitó Su cuerpo. Demostró que la muerte es simplemente una experiencia que debe dominarse, no una por la que todo ser humano deba necesariamente pasar. El apóstol Pablo nos muestra el misterio de la inmortalidad, que la vida eterna subsiste aquí y ahora, así como al otro lado de la muerte. “No todos dormiremos, pero todos seremos transformados, en un momento”.
viernes, 21 de octubre de 2022
El Señor está cerca
"Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense! Que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca." Filipenses 4.4-5
Nuestra rutina diaria es cada vez más exigente y acelerada. Parece que aún en momentos de relativo descanso, estamos cargados de actividades, preocupaciones y problemas; el tiempo y la fuerza no parecen suficientes. El cansancio, la agresividad, la confusión, la enfermedad y la depresión se originan porque tratamos de llevar demasiadas cargas, el peso es demasiado grande y nos puede aplastar. “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también”.
La exhortación y el consejo parecen muy superficiales. Es fácil decir "no te preocupes", pero es difícil dejar de preocuparse. Por eso, el apóstol no se limita a simples consejos, sino que da razones para dejar de lado la ansiedad y llenarnos de alegría espiritual: "El Señor está cerca".
Si nuestra esperanza está en las cosas efímeras, estaremos tensos incluso antes de que cualquier circunstancia cambie con ellas. Sufriremos por perderlos, aunque aún no haya llegado el momento, es decir, sólo una posibilidad. Solo cuando nuestro corazón descansa en Dios podemos disfrutar de seguridad, gozo y paz. "Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús".
viernes, 14 de octubre de 2022
Tengan más amor los unos para con los otros
"¿Cómo podremos dar suficientes gracias a nuestro Dios por ustedes y por el mucho gozo que a causa de ustedes tenemos delante de él? Día y noche suplicamos a Dios que nos permita verlos personalmente y completar lo que todavía falte en su fe. Deseamos que Dios mismo nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús, nos ayuden para que podamos ir a visitarlos. Y que el Señor los haga crecer y tener todavía más amor los unos para con los otros y para con todos, como nosotros los amamos a ustedes. Que los haga firmes en sus corazones, santos e irreprochables delante de Dios nuestro Padre cuando regrese nuestro Señor Jesús con todo su pueblo santo. Amén." 1 Tesalonicenses 3.9-13
Nuestra vida, en las condiciones actuales, es muy agitada e incierta. Las relaciones con la comunidad, la familia, el trabajo y la vida personal se han convertido, para la mayoría de nosotros, en obligaciones onerosas y fatigosas. Es probable que muchos de nosotros recurramos a Dios en busca de alivio, seguridad y posiblemente liberación de estas cargas. Pensamos: "Que el Señor venga pronto, para que podamos descansar".
El apóstol Pablo, sin embargo, nos dice que la paz, la tranquilidad y la libertad no nos son dadas huyendo del contacto con nuestros semejantes, sino sirviéndoles con amor. Orar por los demás abre nuestros corazones para transmitir consuelo, ánimo y esperanza. Enseñar a otros abre nuestros labios para comunicar la verdad, el coraje y la generosidad. Servir a los demás abre nuestras manos para compartir dones, bienes y compasión.
Esperar al Señor no significa quedarse sentado mirando las nubes en el cielo. La fe auténtica se manifiesta en los frutos del amor concreto. Y el amor, fruto de la fe, afirma la esperanza de una vida plena para toda la creación. Es a través de Cristo que recibimos estas bendiciones, como anticipo y garantía, hoy. "Que el Señor los haga crecer y tener todavía más amor los unos para con los otros y para con todos, como nosotros los amamos a ustedes".
viernes, 7 de octubre de 2022
Un camino de ida y vuelta
"Ustedes deben orar así: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra lo mismo que se hace en el cielo. Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos el mal que hacemos, como también nosotros perdonamos a quienes nos hacen mal. No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno." Mateo 6.9-13
viernes, 30 de septiembre de 2022
¿Cuántos panes tienen ustedes?
En las calles y las plazas
grita el hambre de tantas
barriguitas solitarias,
¿Cuántos panes tienen ustedes?
En las cárceles y hospitales
llora la soledad de tantos
corazones abandonados,
¿Cuántos abrazos tienen ustedes?
En los campos y ciudades
tiembla el frío de tantas
espaldas descubiertas,
¿Cuántas camisas tienen ustedes?
En las chacras y en los montes
gime la sed de tantos
campesinos resecados
¿Cuánta agua tienen ustedes?
viernes, 23 de septiembre de 2022
Saludables
viernes, 16 de septiembre de 2022
¡Vamos a enderezarnos!
"Un sábado Jesús se había puesto a enseñar en una sinagoga; y había allí una mujer que estaba enferma desde hacía dieciocho años. Un espíritu maligno la había dejado jorobada, y no podía enderezarse para nada. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: —Mujer, ya estás libre de tu enfermedad. Entonces puso las manos sobre ella, y al momento la mujer se enderezó y comenzó a alabar a Dios." Lucas 13.10-13
La política, en todos los países, es un constante espectáculo decadente de corrupción y codicia. La economía mundial es un torbellino irracional. Los valores, costumbres y certezas de nuestra sociedad se hunden en un mar de confusión. Y nos sentimos aplastados bajo un peso que amenaza con fracturar nuestras pocas fuerzas. ¡Es fácil caer en el papel de víctimas y dejarnos llevar a la desesperación!
Aquella mañana en la sinagoga, una pobre mujer encorvada, no sólo por su enfermedad sino también bajo el peso del estigma social, encontró su verdadera libertad. Jesús, con tierno amor, la desató del yugo: "ella se enderezó y alabó a Dios". Sin embargo, en lugar de regocijarse por el poder del Señor y la curación de una hermana, los religiosos encontraron razones para cuestionar y desafiar al Redentor.
La liberación, espiritual, mental o física, nunca puede lograrse a través de la Ley. Las revoluciones fallidas en todas las áreas dan fe de ello. Sólo el Evangelio trae paz, salud y libertad. No importa qué peso nos domine. No importa cuánto tiempo hayamos estado encorvados. Jesús, también hoy, nos dice: "ahora son libres". Levantémonos entonces. Vamos a enderezarnos. ¡Y glorifiquemos a Jesús, nuestro bondadoso Salvador!
viernes, 2 de septiembre de 2022
Realidad
viernes, 26 de agosto de 2022
Todo lo ha hecho bien
Las noticias vuelan, corren, y si no corren, vuelan;
trazos de verdad, rastros de mentiras, mentira es
la verdad: ¡a palabras necias, oídos sordos!
No hay peor sordo que el que escucha todo.
Oye todo, todo, todo, y sus oídos ciegos se hartan
de palabras, de ideas, de valores, de mentiras.
¡Ábrete! Ábrete a ti mismo, a tus semejantes,
ábrete al mundo, ábrete a Dios...
Saliva y tacto, manos y palabras, ojos tiernos
que sin más sonidos hablan la verdad única.
Y nos maravillamos, y alabamos, y bailamos.
Sin contarle a nadie, a todos les contamos
la buena noticia, que no vuela ni corre:
Vive en nosotros, en ti, y todo lo hace bien.
viernes, 19 de agosto de 2022
Seguridad
viernes, 12 de agosto de 2022
La Ley del Señor es perfecta
viernes, 5 de agosto de 2022
Humildad
viernes, 22 de julio de 2022
Cosas preciosas
viernes, 8 de julio de 2022
Vade retro...
«¡Aléjate de mi vista, Satanás! ¡Me eres un tropiezo! ¡Tú no piensas en las cosas de Dios, sino en cuestiones humanas!» Mateo 16.22
viernes, 24 de junio de 2022
El mayor y más grande mandamiento
viernes, 3 de junio de 2022
Buenas noticias para los pobres
«El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a proclamar el año de la buena voluntad del Señor.» Lucas 4.18-19
¿Qué es el poder? Para el sistema mundano, el poder significa fuerza, prestigio y riqueza. Fuerza para oprimir. Prestigio para conducir. Riqueza para adquirir. Para el triunfalismo imperante en el mundo, los débiles, los anónimos, los pobres son despreciables y prescindibles. Dios, por otro lado, ve el poder como una manifestación de la plenitud de su Espíritu. El poder de Dios sana, libera y reconcilia.
Jesús anuncia "el año agradable de la buena voluntad del Señor", el verdadero jubileo que redime a los pobres, sana a los enfermos, da libertad a los cautivos y descanso para la tierra. El poder mundano es incompatible e irreconciliable con el Evangelio. Porque Dios, en Cristo y por el poder del Espíritu, estos últimos son ciertamente los primeros. "Porque el Señor es el Espíritu y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad". (2 Corintios 3.17)
Unidos a Jesús, por medio de la fe, también nosotros hemos sido ungidos para "anunciar la buena nueva a los pobres y la libertad a los cautivos, dar vista a los ciegos, liberar a los oprimidos y anunciar el año agradable de la buena voluntad del Señor". No podemos profesar ser cristianos y vivir de acuerdo con el sistema mundano o, peor aún, desearlo. Aferrándonos a las promesas de la palabra de Dios, podemos vencer, con el poder del Espíritu, las tentaciones de la carne, el mundo y el diablo. En la libertad con que Cristo nos hizo libres, podemos decir con nuestro Maestro: "Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de ustedes".
viernes, 20 de mayo de 2022
Cosas mejores
"Pero nuestro Sumo Sacerdote ha recibido un ministerio mucho mejor, pues es mediador de un pacto mejor, establecido sobre mejores promesas." Hebreos 8.6
La mayoría de nosotros prefiere una deliciosa comida casera a una bandeja plástica preparada en el microondas. Preferimos agua mineral natural al agua del grifo. Preferimos una casa cómoda y segura a una choza en medio del monte. Si bien podemos no coincidir en qué es precisamente mejor, no hay dudas que todos procuramos lo que para nosotros mismos consideramos mejor o superior.
La epístola a los Hebreos podría ser titulada: "el libro de las cosas mejores". Nos presenta a Cristo siendo superior a los ángeles, mejor que Moisés, mejor que el Sacerdocio y el tabernáculo. Todo lo anterior fue creado, enviado y aprobado por Dios, sin embargo eran sencillamente la preparación para lo mejor es insuperable que es Cristo mismo: "La ley es apenas el contorno de los bienes venideros, y no su imagen real" (Hebreos 10.1).
Cristo, habiendo consumado su obra, nos ofrece y nos otorga algo infinitamente superior a cualquier cosa bajo la antigua alianza. En él tenemos una mejor y definitiva revelación del propósito de la voluntad de Dios, y su cumplimiento. Cristo es no solamente la promesa, también el cumplimiento de la promesa, su consumador y su garante. Por Cristo, con él, y en él, disfrutamos hoy mismo la paz, la alegría y la seguridad del reinado de Dios. "Fijemos la mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio, y se sentó a la derecha del trono de Dios" (Hebreos 12.2).