viernes, 22 de febrero de 2019

Tomémoslo con calma

"Guarda silencio ante el Señor, y espera en él; no te alteres por los que prosperan en su camino, ni por los que practican la maldad. Desecha la ira y el enojo; No te alteres, que eso empeora las cosas. Un día, todos los malvados serán destruidos, pero si esperas en el Señor heredarás la tierra." Salmos 37.7-9


Vivimos dominados por la prisa, y olvidamos fácilmente que nuestra vida transcurre en la eternidad. Las preocupaciones, y la angustia que generan, minan nuestras fuerzas y apagan nuestra fe. Recordemos que somos hijos e hijas de Dios ¡y Dios es Amor! Él jamás nos abandona. Aunque nos toque pasar por luchas, dificultades y no pocas injusticias, tomémoslo con calma y dejemos que Dios se haga cargo. 

"No juzguen, y no serán juzgados. No condenen, y no serán condenados. Perdonen, y serán perdonados. Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos." Lucas 6.37-38

Es una fantasía, y bastante perniciosa por cierto, pensar que nunca sufriremos dolor, lucha o contrariedades. ¡La vida es dura! No obstante, más fuerte que el dolor, la lucha o las contrariedades son la fe, la esperanza y el amor. Dejemos a un lado el resentimiento: si hemos sufrido un mal, Dios no lo dejará sin compensación. ¡No juzguemos! El perdón es el remedio que obra milagros. Dios nos ha puesto como testimonio y testigos de su amor infinito e imperecedero. Tomémoslo con calma, Dios está con nosotros siempre.

viernes, 8 de febrero de 2019

La receta

"Éstos son los estatutos y decretos que ustedes tendrán cuidado de poner por obra todos los días que ustedes vivan en la tierra que el Señor, el Dios de sus padres, les ha dado en posesión." Deuteronomio 12.1

¿Existe una receta de la felicidad? Últimamente anda circulando un chiste sobre los cocineros de TV que ofrecen "recetas sencillas con cosas que todos tenemos en casa como un delfín, un cubito de hielo del polo norte o una barba de calamar prehistórico". Las instrucciones no sirven de nada si no tenemos los medios para ponerlas en práctica.


Con frecuencia sucumbimos a la tentación de pensar, y actuar, como si la Ley de Dios fuese un cúmulo de reglas muy interesantes pero impracticables. El pecado nos hace enemigos de la Ley de Dios, y por eso somos rápidos para, de forma explícita o implícita, buscar excusas para desconocerla. "No se engañen. Dios no puede ser burlado." Gálatas 6.7

Ciertamente no podemos cumplir la Ley por nuestras propias fuerzas; la Ley nos pone en evidencia como pecadores. Pero, "lo que para la ley era imposible hacer, debido a que era débil por su naturaleza pecaminosa: por causa del pecado envió a su Hijo en una condición semejante a la del hombre pecador, y de esa manera condenó al pecado en la carne, para que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros", Romanos 8.34. En Cristo, Dios nos propone su Ley como guía para una vida plena y santa. ¡Es la receta de la felicidad!

viernes, 1 de febrero de 2019

Todo tiene sentido

"En el principio, Dios creó los cielos y la tierra." Génesis 1.1

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué sentido tiene el Universo? Son preguntas que no sólo inquietan a los filósofos, sino que todos nos hacemos con mayor o menor frecuencia. Y, las hagamos de forma sistemática o en momentos impactantes, son preguntas que exigen respuesta, porque tienen que ver con la razón de nuestra existencia.


Las respuestas a las preguntas cruciales de la vida han sido tan variadas como variada es la gente que hay en el mundo. Pero, básicamente podemos resumirlas en dos: la existencia tiene sentido o no lo tiene. Las modernas tendencias de nuestra sociedad se han inclinado peligrosamente hacia la segunda respuesta. Así, si la existencia, la vida y el Universo entero carecen de sentido y propósito, también carecen de sentido y propósito los más cotidianos hechos de la vida.

Sin importar las tendencias sociales, tenemos una fuente fidedigna para buscar respuesta a las cuestiones importantes: la palabra de Dios. Y Dios nos ha revelado que Él creó todas las cosas, y que las creó con un sentido y un propósito. Tal vez no podamos expresar de manera elocuente estas respuestas, pero podemos confiar en lo que Dios dice. "Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. Dios le prometió todo al Hijo como herencia y, mediante el Hijo, creó el universo." Hebreos 1.1, 2.