viernes, 21 de diciembre de 2018

De lo profundo de las eras

“Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que
es CRISTO, el Señor.”

Rey de reyes y Señor de señores,
pequeño y manso entre los pobres.
Misterio, abismo de luminosa
oscuridad que alumbra todo…

De lo profundo de las eras,
de los confines de lo eterno,
viniste para compartir la suerte
del barro efímero que formaste.

Tu fragilidad es la fortaleza.
En pequeñez paupérrima
la majestad resplandece,

no está en el triunfo la victoria,
ni significa el despojo la derrota.
Vacío, Tú lo llenas todo…


viernes, 7 de diciembre de 2018

Sabiduría

"Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche." Santiago 1.5

El enorme, casi infinito, flujo de información con el que somos bombardeados constantemente, nos ha llevado a pensar que la acumulación de datos es sinónimo de conocimiento, inteligencia y sabiduría. Sin embargo, basta una mirada para danos cuenta que no es así. Más bien todo lo contrario; la indigesta cantidad de información reduce la capacidad de discernir, y de actuar sabiamente.


Ansiosos por estar al corriente, hambrientos de la última noticia, afanados por el novísimo avance tecnológico, vamos perdiendo lo que nos hace humanos. No hay nada de malo en sí en la información, la erudición o la tecnología, pero deben ser tratadas con discernimiento. El discernimiento es la semilla de la sabiduría. Y la sabiduría no es una habilidad que podamos desarrollar por esfuerzo propio, sino un don de la misericordia divina. La sabiduría es una disposición del corazón.

"El principio de la sabiduría es el temor al Señor; los necios desprecian la sabiduría y la enseñanza." Proverbios 1.7

Hace más de 3000 años el joven Salomón heredó el trono de Israel; no pidió a Dios riquezas ni larga vida, sino "sabiduría para guiar a tu pueblo". Poseer y acumular riquezas, sin sabiduría, pueden corromper y arruinar la vida entera. Poder vivir muchos años, sin sabiduría, puede significar una vida desperdiciada y sin sentido. Es la sabiduría la que da valor a la riqueza y al curso de la vida. La sabiduría que viene Dios es riqueza en sí misma, y es tesoro de vida eterna.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Único y suficiente

Para muchos Jesús es una figura influyente e inspiradora; también son muchos los que proclaman que Jesús es el Salvador. Sin embargo, es demasiado frecuente, en la mente popular, acrecentar algo a la persona de Jesucristo para alcanzar salvación. Puede ser Cristo y la pertenencia a cierta Iglesia particular; Cristo y las enseñanzas de algún profeta o maestro. La Biblia, por el contrario, es enfática afirmando que Jesús es el único Salvador.

"¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos." Hechos de los Apóstoles 4.12

Hay muchos que confiesan y proclaman que Jesús es el único Salvador. No obstante, consideran que deben aportar algo a de su parte para alcanzar salvación. Puede ser la participación en ciertos ritos; la realización de sacrificios; la ejecución de buenas obras. La Biblia, por el contrario, es muy clara al afirmar que Jesús es un Salvador suficiente.

"Por eso puede salvar —una vez y para siempre— a los que vienen a Dios por medio de él, quien vive para siempre, a fin de interceder con Dios a favor de ellos. Él es la clase de sumo sacerdote que necesitamos, porque es santo y no tiene culpa ni mancha de pecado. Él ha sido apartado de los pecadores y se le ha dado el lugar de más alto honor en el cielo. A diferencia de los demás sumos sacerdotes, no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día. Ellos los ofrecían primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo. Sin embargo, Jesús lo hizo una vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo como sacrificio por los pecados del pueblo." Hebreos 7.25-27

En el mundo hay mil quinientos millones de personas que se llaman a sí mismas cristianas. De esa cantidad, más de dos tercios no creen realmente que Jesucristo sea el único Salvador. Y del tercio restante, al menos formalmente, la mitad no cree realmente que Jesucristo sea suficiente Salvador. Con todo, no basta con saber y creer que Cristo es el Salvador único y suficiente; es necesario confiar nuestra salvación en sus manos, aferrarnos a su obra consumada. Así Cristo será nuestro Salvador personal.

"El Espíritu y la esposa dicen: «Ven». Que todos los que oyen esto, digan: «Ven». Todos los que tengan sed, vengan. Todo aquel que quiera, beba gratuitamente del agua de la vida." Apocalipsis 22.17

viernes, 23 de noviembre de 2018

El misterio de la vida

"Les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo. Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas." Juan 12.24

La naturaleza y la manifestación de la vida siguen siendo un misterio insondable. Podemos conocer los procesos de la vida y su manifestación, pero lo que es la vida en sí misma no lo sabemos. Esto es así porque la vida misma es un don directo de Dios y no hay mente humana que pueda penetrar en ella.

Jesús, el buen Maestro, usa el ejemplo de un grano de trigo que cualquier agricultor conoce. Es una semilla pequeña, no impresiona ni tiene mucho valor ante los ojos. No obstante, en su interior guarda el misterio de la vida que se multiplica y llena la tierra con alimento.


Como un grano de trigo, el Señor murió por nuestros pecados, fue sepultado en las entrañas de la tierra, y resucitó en gloria dando vida eterna a todos cuantos en Él creemos. "Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría." (Salmo 126.5)

viernes, 16 de noviembre de 2018

Una buena noticia para ti

Querido amigo, quiero darte una buena noticia. Eso es exactamente lo que significa “Evangelio”; buena noticia. Y a todos nos gusta recibir buenas noticias ¿verdad? Pues, esta buena noticia tendrá efectos para la eternidad...

Todos los seres humanos, en mayor o menor medida, sufrimos y experimentamos el mal. Aunque las experiencias dolorosas sean variadas, hay una que compartimos todos los seres humanos: la muerte. La muerte, así como todo el mal que nos aqueja, es fruto del pecado. "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un solo hombre, y por medio del pecado entró la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron", Romanos 5.12.

Dios nos ama infinitamente, y no quiere que su creación se pierda. Por eso, desde el principio él hizo una promesa a la humanidad: "Yo pondré enemistad entre la mujer y tú, y entre su descendencia y tu descendencia; ella te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón", Génesis 3.15. Lo que nosotros no podemos realizar por causa de nuestra naturaleza pecaminosa, Cristo realizó por nosotros, así cumpliendo la promesa del Padre. "Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros", Romanos 5.8.


"Al que no cometió ningún pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que en él nosotros fuéramos hechos justicia de Dios", 2 Corintios 5.21. Por causa de Cristo, Dios nos otorga gratuitamente el perdón de nuestros pecados y nos hace libres de la condenación. "Porque, si cuando éramos enemigos de Dios fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, mucho más ahora, que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida", Romanos 5.10.

Aunque el pecado es un problema muy real en la vida de todos nosotros, Dios nos prometió perdón y reconciliación por medio de Cristo. Esto no a causa de algo bueno en nosotros, o de alguna obra que podamos hacer, sino por su puro y libre amor. El amor de Dios en Cristo Jesús se comunica a nosotros por medio de su Palabra, a través de la cual el Espíritu Santo crea en nosotros la fe, y esa fe nos produce paz. "Así, pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo", Romanos 5.1.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Nuevo hogar


De madrugada escuché una voz
que me llamaba desde el bosque.

Un viejo carro me esperaba allí,
pero cada caballo era yo mismo.

No hay como ver el propio rostro,
a no ser en los ojos de los demás.

Desde el bosque oí un fuerte llamado;
no sé si fue Dios, o fui yo anhelando.

No dudé, aunque la duda no cedía.
No paré, aunque los pies no avanzaban.

La huida fue hacia lo más profundo
del enmarañado bosque interior.

Más allá lo vi, después del sendero;
mi nuevo hogar de piedras blancas.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Esperanza

"Pero nosotros esperamos con entusiasmo los cielos nuevos y la tierra nueva que él prometió, un mundo lleno de la justicia de Dios." 2 Pedro 3.13

Basta ver las noticias o prestar atención a las conversaciones cotidianas para darnos cuenta que vivimos en un mundo donde la paz, la justicia y la equidad están ausentes. No se trata de falta de conocimiento, ni de cambios en los modelos políticos, es sencillamente la manifestación del pecado.

Sabemos que, aunque tuvieren buenas intenciones, ni educadores ni gobernantes ni moralistas pueden hacer algo sustancial para cambiar el mundo. Solamente Jesús puede hacerlo.


Por medio de la fe, si bien velada e imperfectamente, nosotros ya vivimos la realidad de los cielos nuevos y la tierra nueva. No como un cataclismo cósmico, sino como una transformación de las relaciones que tenemos con Dios, con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con toda la creación.

viernes, 26 de octubre de 2018

La bella promesa

"Pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo»." Romanos 10.13

Ante el peligro inminente no hay orgullo que resista. Todos sabemos eso. Mientras nuestra fuerza, conocimiento o voluntad pueden imponerse nos negamos a buscar o aceptar ayuda. ¡Yo puedo! es el grito de autosuficiencia que aprendemos desde niños. Sin embargo, "¡Yo puedo!" no nos sirve de nada ante Dios.


Dios nos ha creado, y nos conoce mejor que nosotros mismos, y sobre todas las cosas ¡nos ama! Por eso nos ha tendido la mano sin esperar que le buscáramos o le llamáramos. Por su Palabra nos llama, nos corrige, nos consuela y nos salva. «Todo el que confíe en él jamás será avergonzado», Romanos 10.11.

El amoroso Padre celestial no nos pide que dependamos de nuestra fuerza, conocimiento o voluntad; de hecho nos advierte que eso es inútil. Él nos exhorta a confiar en Él, por los méritos de Jesucristo. Tan sólo nos pide fe en su Palabra. "Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo", Romanos 10.17.

viernes, 19 de octubre de 2018

Compartir la promesa

"Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos." Mateo 16.15

Normalmente la tendencia humana es atesorar y ocultar de los demás las cosas valiosas que poseemos. Lo reconozcamos o no, con demasiada frecuencia queremos adueñarnos de Dios y de su amor como si fuesen una posesión nuestra, sin darnos cuenta que es esto diametralmente opuesto al amor de Dios.

"Dios quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad", 1 Timoteo 2.4. No obstante nosotros queremos imponer límites y reglas de a quién y cómo Dios debe amar. Pero el amor es misterioso, crece cuando se comparte y se apaga cuando se pretende tenerlo atrapado. Cuando nuestra vida es tranformada por el amor de Cristo, no podemos callar, y su propio amor nos impulsa a compartirlo con los demás "ya que creemos que Cristo murió por todos, también creemos que todos hemos muerto a nuestra vida antigua", 2 Corintios 5.14.

Predicar el evangelio no es una tarea exclusiva de los Ministros, todos los cristianos somos exhortados a compartir la Buena Noticia con todos desde nuestro propio lugar y vocación. No guardemos el anuncio del amor de Dios, multipliquémoslo si medida, del mismo modo en que Dios nos ama. "Esta promesa es para ustedes, para sus hijos y para los que están lejos, es decir, para todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios", Hechos 2.39.


viernes, 12 de octubre de 2018

¿Por qué pasan estas cosas?

"Como ven, el Señor sabe rescatar de las pruebas a todos los que viven en obediencia a Dios, al mismo tiempo que mantiene castigados a los perversos hasta el día del juicio final." 2 Pedro 2.9

Normalmente solemos llamar bueno a lo que nos resulta fácil, agradable y placentero; y llamamos malo a lo que nos contraría, nos causa dificultades o nos limita. Sin embargo, Dios ve las cosas de un modo muy diferente, desde la perspectiva de nuestro bien y nuestra salvación.


En consecuencia de lo anterior, muchas personas han llegado a pensar que todo lo que tiene que ver con Dios es penoso, aburrido o desagradable. Eso no es correcto, Dios creó todas las cosas y "¡vio que eran muy buenas!" Génesis 1.31. Dios siempre quiere nuestro bien.

Para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, y ver las cosas desde la perspectiva correcta, tenemos que aprender a soltar nuestros preciados valores, nuestras espectativas egoístas, y la vanagloria, y sujetarnos a la verdad que Dios nos comunica en su santa Palabra.

viernes, 5 de octubre de 2018

Libertad y Alegría

"Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos." Gálatas 5.16

La cultura popular nos ha inculcado la idea de que ser espiritual se trata de rechazar todas las cosas buenas de la vida, incluso las necesarias para la simple supervivencia. Nada más contrario al carácter y propósito de Dios, quien "miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno!" Génesis 1.31


Lo que sucede es que, como en todos los aspectos de nuestras vidas, usamos la contraposición entre carne y espíritu para justificar nuestra incredulidad y nuestro rechazo de la voluntad divina. Y en eso consiste justamente lo que el apóstol califica como carne: vivir del mismo modo que Adán, haciendo oídos sordos a Dios y siguiendo nuestros propios deseos.

Vivir en el Espíritu no es aislarse del mundo ni de la vida; es vivir plenamente por Cristo, el nuevo Adán, en libertad y alegría. El propio Jesús lo dijo claramente: "mi propósito es darles una vida plena y abundante." Juan 10.10

viernes, 28 de septiembre de 2018

El Tesoro de su Gracia

"Yo no tomo la gracia de Dios como algo sin sentido. Pues, si cumplir la ley pudiera hacernos justos ante Dios, entonces no habría sido necesario que Cristo muriera." Gálatas 2.21

La gracia de Dios, el profundo misterio de su amor inagotable, se vuelve un sinsentido cuando la tomamos como un simple dato, una doctrina a ser afirmada pero no vivida, una declaración que no provoca ni produce transformación. El teólogo Dietrich Bonhoeffer afirmaba: "La gracia barata es el enemigo mortal de nuestra Iglesia. Hoy combatimos en favor de la gracia cara."

Tristemente, la religiosidad popular, que no es otra cosa que la máscara piadosa del pecado, nos ha infiltrado la idea de que la gracia es un premio al buen comportamiento, una corona a la moralidad. Si fuese así, entonces todo el Evangelio no pasa de una patraña ofensiva. No importa que tan buenos queramos parecer, la Ley sólo trae condenación. El anuncio de la gracia está centrado en Cristo no en nosotros.


El Evangelio que nos trae perdón, paz y reconciliación no tiene nada que ver con nuestra bondad, ni con nuestra moralidad, es Cristo de principio a fin: "Cristo murió por nuestros pecados tal como dicen las Escrituras. Fue enterrado y al tercer día fue levantado de los muertos, tal como dicen las Escrituras." (1 Corintios 15.3-4) Es por medio de él, con él, y en él que Dios nos acepta y nos agracia plenamente.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Más que palabras

"Jesús también hizo muchas otras cosas. Si todas se pusieran por escrito, supongo que el mundo entero no podría contener los libros que se escribirían." Juan 21.25

Si hojeamos, aunque sea superficialmente, las obras de los teólogos, filósofos y literatos occidentales, ya sea que se expresen a favor o en contra, invariablemente hablan sobre Jesús y el cristianismo. Libros, obras de arte, películas y grabaciones no logran agotar el tema. Jesús es siempre actual.


Lo anterior es una realidad fácilmente verificable, no debemos pensar que las Escrituras tengan un propósito parecido. El objetivo del relato de las obras y las palabras de Jesús en la Biblia no es informar ni entretener, sino que "estas se escribieron para que ustedes continúen creyendo que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, al creer en él, tengan vida por el poder de su nombre." Juan 20.31

Es muy interesante conocer los hechos sobre la vida de Jesús, y vitalmente importante conocer sus palabras. Sin embargo, si no tenemos fe ese conocimiento de nada vale. Acerquémonos a las Escrituras como lo que realmente son, el mensaje de Dios para nosotros. "Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor." Efesios 3.18

viernes, 14 de septiembre de 2018

Éxito

"Pero Jesús le dijo a Pedro: «Mete tu espada en la vaina. ¿Acaso no voy a beber de la copa de sufrimiento que me ha dado el Padre?»." Juan 18.11

Sin importar el origen, nacionalidad, edad o educación, si preguntamos a cualquier ser humano lo que entiende por éxito o triunfo indudablemente responderá que es imponerse sobre otros.

Jesucristo, en cambio, nos mostró el mismo que el triunfo según Dios es diametralmente contrario al triunfo y éxito mundanos.


Bernard Iddings Bell escribió: "Necesitamos olvidar al Cristo imaginario que ha sido nuestro por demasiado tiempo y redescubrir al verdadero Cristo, el Cristo de los profetas y los mártires y los confesores, el Cristo que no solo es amante de las almas, sino el maestro, el monarca con demandas para cumplir en la industria, las finanzas, en la educación, en las artes, en el matrimonio, en el hogar; el Cristo que es el maestro de una ideología social que tiene validez eternal; el Cristo que nos llama con fuerza convincente, "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará." Mateo 16:25

viernes, 7 de septiembre de 2018

Amigos de Dios

"Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando." Juan 15.14


Algunos ministros reprocharon al emperador Segismundo, por que en lugar de destruir a sus enemigos conquistados, los favorecía. "¿no destruyo efectivamente a mis enemigos"-contestó el ilustre monarca-, "cuando los hago mis amigos?"

Por naturaleza somos enemigos de Dios, separados de Él. Sin embargo, Dios no es nuestro enemigo, Él quiere hacernos sus amigos. En Cristo Dios nos ofrece, gratuitamente, perdón y reconciliación. Si le creemos, somos sus amigos.

El ejemplo de todos los amigos de Dios es Abraham. ¿Y cómo fue que Abraham fue hecho amigo de Dios? «Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe». Incluso lo llamaron «amigo de Dios.» Santiago 2.23

viernes, 31 de agosto de 2018

El misterio de la vida

"Les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo. Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas." Juan 12.24

La naturaleza y la manifestación de la vida siguen siendo un misterio insondable. Podemos conocer los procesos de la vida y su manifestación, pero lo que es la vida en sí misma no lo sabemos. Esto es así porque la vida misma es un don directo de Dios y no hay mente humana que pueda penetrar en ella.

Jesús, el buen Maestro, usa el ejemplo de un grano de trigo que cualquier agricultor conoce. Es una semilla pequeña, no impresiona ni tiene mucho valor ante los ojos. No obstante, en su interior guarda el misterio de la vida que se multiplica y llena la tierra con alimento.


Como un grano de trigo, el Señor murió por nuestros pecados, fue sepultado en las entrañas de la tierra, y resucitó en gloria dando vida eterna a todos cuantos en èl creemos. "Los que siembran con lágrimas cosecharán con gritos de alegría." (Salmo 126.5)

viernes, 24 de agosto de 2018

Verdadera Sabiduría

"Jesús le dijo: —Yo entré en este mundo para hacer juicio, para dar vista a los ciegos y para demostrarles a los que creen que ven, que, en realidad, son ciegos." Juan 9.39

Ya casi ni nos sorprenden los avances científicos y tecnológicos. Tan habituados estamos a ellos que caemos ante la sutil tentación de pensar que esos progresos son o serán la respuesta para todos los problemas y ansias de la humanidad.

Sería necio negar los avances que el conocimiento humano ha logrado y las ventajas que ha traído. No obstante, más necio sería cerrar los ojos a los males que ha creado. En la ciencia, la educación y la religión, la sola razón es insuficiente, y frecuentemente perversa. "Pues la sabiduría de este mundo es necedad para Dios. Como dicen las Escrituras: «Él atrapa a los sabios en la trampa de su propia astucia»" (1 Corintios 3.19)


Sin Jesús, la perfecta revelación del Padre, somos ciegos. Sin importar nuestras capacidades intelectuales o nuestra filiación religiosa, sin la luz de Jesús somos ciegos. "Él es una luz para revelar a Dios a las naciones, ¡y es la gloria de tu pueblo Israel!»." (Lucas 2.32)

viernes, 17 de agosto de 2018

Lo único necesario

"Jesús les dijo: —La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado." Juan 6.29

Hay un mito clásico que cuenta la historia de una persona que debía empujar una piedra cuesta arriba y que alcanzaría la realización cuando llegase a sima. No importaba cuán lato subía, tarde o temprano el peso de la piedra la vencía y volvía a la base, frustrada y fracasada.

Algo similar ocurre con nosotros cuando tratamos de ganar la aprobación de Dios mediante nuestra virtud, nuestros esfuerzos o nuestra religiosidad. Más tarde o más temprano lo que somos realmente se revela y nos deja frustrados, desanimados y desesperanzados. Queremos ocultarnos y olvidarnos de Dios. "Entonces el Señor Dios llamó al hombre: —¿Dónde estás?" (Génesis 3.9)


Dios nos creó, y nos conoce perfectamente. Por eso mismo no requiere de nosotros virtud, ni obras, ni rituales para aceptarnos, sino que se nos da Él mismo en su Hijo Jesucristo. En Cristo, el mismo Dios nos da todo aquello que requiere. "Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros." (Romanos 5.1)

viernes, 10 de agosto de 2018

La voz de la Verdad

"Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios." Juan 3.36

Cada día somos influidos por un cúmulo inmensurable de voces contradictorias. Las noticias, la política, la cultura y hasta la religión nos llevan de un lado al otro sin dejarnos parar a darnos cuenta que su sinfonía está muy desafinada. ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos a orientarnos en un ambiente tan caótico? ¿Qué resultado podemos esperar? 

Dios, lleno de amor y compasión, no nos ha dejado a la deriva. Más allá de las diferencias superficiales, la confusión que vivimos es la misma que toda la humanidad ha padecido desde el inicio por causa del pecado, ya que la raíz del pecado es dar la espalda a la voz de Dios. El Padre, bondadoso y comprensivo, nos invita a dejar atrás los ruidos disonantes que el mundo nos ofrece y dar oído a la única voz que nos da vida:«Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo. Escúchenlo a él» (Mateo 17.5).

Hoy, como ayer, como siempre, Dios nos invita tiernamente mediante su Palabra a escuchar su dulce voz de gracia, perdón y reconciliación. Hoy, como ayer, como siempre, podemos librarnos de la desorientación y el temor aferrándonos a Jesucristo. Jesús es la Buena Noticia. Jesús es nuestro bondadoso gobernante. Jesús es la verdad en persona. Jesús es nuestro camino al Padre. "Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna" (Juan 6.68).


viernes, 3 de agosto de 2018

¿Salario o regalo?

"Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor."Romanos 6.23

La ley de Dios es más que un conjunto de mandamientos que exigen obediencia, es la expresión del carácter justo, recto y bondadoso del Señor. Si bien con la boca decimos que no somos perfectos, todos pensamos poder cumplir los requisitos de la ley y merecer un generoso pago por ello.

Cuanto más nos esforzamos por cumplir la ley, más se manifiesta el pecado en nosotros. Cuanto más pensamos que merecemos un premio por nuestra bondad, tanto más el peso de la muerte se cierne sobre nosotros. "Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos." (Romanos 3.20)


Dios es un Padre amoroso, no un patrón opresivo. Él no desea con nosotros una relación comercial de obras y salarios, sino un vínculo de amor filial. En Cristo no nos ofrece un pago por nuestra bondad, nos da el único remedio para nuestra maldad; gratuitamente, por puro amor. El regalo de Dios, su propio Hijo, es vida. "Cuando la gente trabaja, el salario que recibe no es un regalo sino algo que se ha ganado; pero la gente no es considerada justa por sus acciones sino por su fe en Dios, quien perdona a los pecadores." (Romanos 4.4-5)

viernes, 27 de julio de 2018

Vida

"El que busca la justicia y el amor inagotable encontrará vida, justicia y honor." Proverbios 21.21

Ganarse la vida es una expresión cotidiana que se aplica, casi exclusivamente, a ganar dinero o cosas que se compran con dinero. Algunos, un poco más sofisticados, pensamos que ganar la vida se trata de obtener felicidad, realización o relaciones armoniosas. Pero, si observamos bien, en realidad llamamos vida a cosas o circunstancias que no son nuestra vida. Dios nos invita amorosamente a participar de su propia vida divina, y esa vida está en su Hijo Jesucristo. 

"¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia vida?" Marcos 8.36


La vida no es algo que debamos ganarnos, en cualquier aspecto que sea, toda nuestra vida es un regalo de Dios. Y Dios derrama su vida abundante en nosotros, no para que permanezcamos ociosos sino para expresar su amor inagotable en medio del mundo. La vida divina nos empuja a servir a quienes son creados a imagen y semejanza de Dios, en el acompañamiento, la sanación el socorro, el albergue y sustento a los necesitados. Como dijera Martín Lutero: «Dios no necesita tus buenas obras, pero tu vecino sí.»

viernes, 20 de julio de 2018

Liberación

"Caminaré en libertad, porque me he dedicado a tus mandamientos." Salmos 119.45

En general nos inclinamos a pensar que la libertad es la posibilidad de pensar, decir y hacer cualquier cosa que se nos venga en gana. Cualquier freno o contrariedad es vista como una merma en la libertad individual e, incluso, como opresión. Esa aparente libertad es, posiblemente, la forma más sutil de esclavitud: la sumisión a nuestros deseos. La liberación que Dios nos ofrece, y realmente otorga, tiene su ápice en el servicio, el amor y la misericordia. No de manera indulgente con nosotros mismos, sobre todo como reconciliación con los demás.

"El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros." Isaías 61.1

La libertad verdadera produce alegría, fuerza y estímulo. El poder divino de la liberación se manifiesta en pensamientos, palabras y actos de perdón, en la sanación de relaciones entre los individuos, las familias, las comunidades y las naciones. La liberación que Dios nos ofrece generosamente, y nos concede gratuitamente, es más que una sensación interior, es la realización de la plenitud para la cual fuimos creados, y que en Cristo vemos claramente expresada.

viernes, 13 de julio de 2018

Fortaleza

"No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa." Isaías 41.10

"El mundo es de los fuertes y valientes" dicen algunos , y tienen razón. Sin embargo, ¿qué entendemos por fortaleza y valentía? La literatura, el imaginario popular y las películas nos muestran una fuerza que es opresión y una valentía que no es sino la manifestación violenta del miedo. Por ese sendero sólo se puede llegar al desastre. El mundo necesita de la Fortaleza Divina.


"Estén alerta. Permanezcan firmes en la fe. Sean valientes. Sean fuertes." 1 Corintios 16.13

La Fortaleza Divina es el fruto de la fe, la esperanza y el amor. Sobre todo del amor, que echa fuera el temor. La Fortaleza Divina nos da el poder de la valentía y la tenacidad, la fuerza que guía a las iniciativas de base comunitaria para mejorar las condiciones de los que son más vulnerables entre nosotros. No por la opresión ni subyugación, sino por la compasión y la transformación.

viernes, 29 de junio de 2018

Orden Divino

"Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde." 1 Pedro 3.8


El orden es una característica muy apreciada en cualquier aspecto de la vida. Lamentablemente, a casi todos nos han inculcado a identificar el orden impuesto por la autoridad, la costumbre o el simple capricho como si fuese establecido por Dios. El Orden Divino no tiene nada que ver con estructuras de poder, mandatos opresivos ni disposiciones restrictivas. El Orden Divino es amor, compasión y reconciliación.

"Pues Dios no es Dios de desorden sino de paz." 1 Corintios 14.33

Dios es un Dios de orden, de misericordia y paz. El Orden Divino es el poder sanador  que se expresa mediante el apoyo, la comprensión y el perdón, manifestando el carácter de Dios y restaurando las relaciones con Él, con el Universo creado, con el prójimo y con nosotros mismos.

viernes, 22 de junio de 2018

Sabiduría

"¡Cuánto mejor es adquirir sabiduría que oro, y el buen juicio que la plata!" Proverbios 16.16

Una revista científica aseguraba que entre 1800 y 1900 el conocimiento humano se duplicó; y que desde 1900 a 1950 se duplicó otra vez; nuevamente se duplicó desde 1950 a 1975; y desde 1975 a 1985 volvió a duplicarse; desde 1985 hasta el año 2000 hubo una nueva duplicación del conocimiento; y desde allí se duplica, en promedio, a cada 5 años...

Es una necedad pretender negar los avances que el conocimiento humano ha logrado y las ventajas que ha traído. No obstante, es aún más necio cerrar los ojos a los males que ha creado. ¿Los avances del conocimiento han traído mayor bienestar, prosperidad y paz? ¿O tan sólo han aumentado la codicia por más plata y oro, por más poder? Nuestro mundo necesita más que ciencia y tecnología, clama por Sabiduría Divina. 

"Si necesitan sabiduría, pídansela a nuestro generoso Dios, y él se la dará; no los reprenderá por pedirla." Santiago 1.5


La Sabiduría Divina es mucho más que conocimiento, es manifestación del carácter de Dios y de sus propósitos. La actividad de la Sabiduría Divina se expresa en el poder del discernimiento, de la compasión y del amor abnegado. La Sabiduría Divina vale más que el oro y la plata, vale más que el mundo entero. Como dijera Máximo el Confesor:  «Un Cristiano recibe sabiduría divina en tres formas: por los mandamientos, por las enseñanzas y por la fe. Los mandamientos liberan la mente de las pasiones. Las enseñanzas conducen al verdadero conocimiento de la naturaleza. Y la fe conduce a la contemplación de la Santa Trinidad.»

viernes, 15 de junio de 2018

Amor

"Hazme oír cada mañana acerca de tu amor inagotable, porque en ti confío. Muéstrame por dónde debo andar, porque a ti me entrego." Salmos 143.8

El concepto de amor popularizado en nuestra cultura es más bien egoísmo proyectado. Amo lo que me agrada, lo que satisface mis demandas, lo que incentiva mis deseos. El Amor divino, el único amor auténtico, es justamente lo contrario. El Amor divino es confianza, servicio y entrega.


"Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor. Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive en ellos." 1 Juan 4.16

El Amor Divino no espera nuestra preparación o nuestra disposición, nos ama primero, desde toda la eternidad. El amor auténtico, expresión de Dios, nos permite y nos impulsa a ver lo divino en todos los demás. De hecho, ¡no ver al “otro” sino solamente al Uno!

viernes, 8 de junio de 2018

Fuerza y poder

"Los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán." Isaías 40.31

Estamos rodeados por la "cultura del éxito": todo tiene que estar bien, todo tiene que funcionar a la perfección, cualquier contrariedad provoca temor y frustración que, al ser contrarios a la "cultura del éxito", aumentan la frustración y el temor. Y, atrapadas en ese círculo vicioso creado por querer vivir sólo con nuestras propias fuerzas, la mayoría de las personas viven en una desesperación constante. El Universo entero clama por el Poder Divino. 

"Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí." 2 Corintios 12.9

No es el "éxito", ni la alegría constante, mucho menos vivir en un lecho de rosas, lo que nos lleva a la realización. Es vivir constantemente por la gracia de Dios. Este es el poder invencible de Dios, que se hace manifiesto cuando nosotros mismos estamos sin fuerzas. Es la fortaleza que se expresa a medida que asumimos todas nuestras experiencias, todas nuestras circunstancias, todas nuestras cargas desde la perspectiva divina.

viernes, 1 de junio de 2018

Estímulo

"Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones." Hebreos 10.24

Si bien nuestra época se caracteriza por la exaltación del individuo y el fomento de la autoestima, nunca en la historia de la humanidad hemos visto tanta falta de entusiasmo ni tanta frustración. Dios nos creó para vivir plenamente y nos exhorta a estimularnos unos a otros a las buenas obras motivadas por el Amor.


"Y que el Señor nuestro Dios nos dé su aprobación y haga que nuestros esfuerzos prosperen; sí, ¡haz que nuestros esfuerzos prosperen!" Salmos 90.17

Demos gracias por todos nuestros hermanos y hermanas que ponen en práctica el Entusiasmo Divino, para educar y empoderar a las personas de todas las edades, de todas las condiciones, de todos los lugares. Dios nos llena de ánimo para animar a otros, y estimula a nuestros semejantes para estimularnos a las buenas obras. ¡Y todo por amor!

viernes, 25 de mayo de 2018

La voluntad de Dios


"Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo." Efesios 4.32

Casi todos nos hemos preguntado alguna vez, o muchas veces, cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas, la vida de nuestro prójimo, y para el universo entero. Podríamos especular infinitamente sobre la respuesta. Sin embargo, el mismo Dios nos muestra, por medio de Cristo, que su voluntad es la bondad, la compasión y la reconciliación.

"Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe." Gálatas 6.10

Cuando, transformados por la gracia y guiados por la verdad divina, asumimos el compromiso de a aliviar el sufrimiento de otros en nuestros vecindarios, comunidades y países, manifestando bondad, perdón y generosidad, la voluntad divina se realiza en nosotros y por medio de nosotros.

viernes, 18 de mayo de 2018

Comprensión

"A Dios nunca lo ha visto nadie; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor se hace realidad en nosotros." 1 Juan 4.12

El mundo en que vivimos es caótico y conflictivo, negarlo u ocultarlo es imposible. La maldad, la violencia y la abierta perversidad han llevado a muchos de nosotros, si somos sinceros, a cuestionarnos la bondad e incluso la existencia de Dios. Pero en Dios no hay conflicto, ni violencia, ni mal, si los hubiese no existiría esperanza alguna. Dios es bueno, pacífico y misericordioso, y más aún Dios es el Bien en sí mismo, la Paz en sí mismo y la Misericordia en sí mismo.

"Dichosos los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos." Mateo 5.9

La voluntad de Dios para nosotros es el encuentro, la comprensión y el mutuo amor. Frecuentemente pensamos que es responsabilidad de los líderes mundiales buscar soluciones pacíficas para los problemas del mundo, y ciertamente en las Escrituras encontramos muchas exhortaciones a orar por ello. Sin embargo, somos exhortados con mayor ahínco a ser nosotros mismos los que amemos, comprendamos y busquemos la reconciliación y la paz.

Como dijera el pastor luterano alemán Martin Niemöller: "Me tomó mucho tiempo entender que Dios no es el enemigo de mis enemigos. Dios ni siquiera es el enemigo de los enemigos de Dios." Dios es Amor, Dios es Reconciliación, Dios es Comprensión, y llama a sus hijas e hijos para manifestar su carácter.
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