viernes, 4 de agosto de 2023

Inclinen su oído, y vengan a mí

"Todos ustedes, los que tienen sed: Vengan a las aguas; y ustedes, los que no tienen dinero, vengan y compren, y coman. Vengan y compren vino y leche, sin que tengan que pagar con dinero." Isaías 55.1

Toda persona que tenga sed de agua espiritual, y hambre de alimento eterno puede tener certeza de su esperanza de hallar la Verdad, ya que el deseo es la vía más segura de acercamiento. "Todos ustedes, los que tienen sed: Vengan a las aguas; y ustedes, los que no tienen dinero, vengan y compren, y coman. Vengan y compren vino y leche, sin que tengan que pagar con dinero".

En el mundo en que vivimos, marcado por el egoísmo, la codicia y la competición, es lícito que nos preguntemos: ¿Cómo compraremos sin dinero? Con el corazón, y la mente, puestos en la promesa divina. Mediante la fe, podemos "comprar" la Verdad (las aguas), el estímulo o entusiasmo del Espíritu (vino), y la sustancia del Espíritu (leche), dirigiendo nuestros pensamientos y acciones hacia ella. Encontraremos así la verdadera satisfacción en la vida.

¿Cuál es el primer paso en la búsqueda de la conciencia espiritual? Oír y hacer caso a la palabra de Dios. "Inclinen su oído, y vengan a mí; escuchen y vivirán". Debemos prestar mucha atención a la manifestación de lo divino en la vida. ¿Cuáles son algunos otros pasos? Buscar a Dios en todos nuestros caminos y practicar la oración. "Busquen al Señor mientras pueda ser hallado; llámenlo mientras se encuentre cerca".