viernes, 27 de septiembre de 2019

Secretos revelados


"Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y es él quien hace saber a Su Majestad, el rey Nabucodonosor, lo que sucederá en los últimos días. Esto es lo que Su Majestad soñó, y éstas son las visiones que tuvo en su lecho." Daniel 2.28

Cada mañana, posiblemente hoy también, despertamos con alguna noticia que nos lleva a pensar que el mundo está irremediablemente perdido. En medio de tanta perversidad, engaño y pecado, podemos llegar a pensar que la Palabra de Dios ha perdido actualidad, y que el mismo Dios se ha vuelto irrelevante.



Los imperios suben y caen. Las culturas se desarrollan y decaen. Las modas surgen y son olvidadas. Todos los seres humanos pensamos ser eternos, pero la verdad es que somos como una brisa pasajera. Únicamente Dios permanece, y quien se aferra a Dios permanece con Él. Por más que todo parezca confuso, Dios revela los secretos; "porque no hay nada encubierto que no haya de ser manifestado, ni nada oculto que no haya de saberse" Mateo 10.26

Como escribiera el místico sueco Emanuel Swedenborg: "Querido amigo, rehúye los actos malos, haz lo que es bueno y cree en cuerpo y alma en el Señor, y Él te amará y te dará un amor por hacer lo bueno y la fe de creer. Entonces, inspirado por el amor, tú harás lo que es bueno, e inspirado por la fe, que es la confianza, creerás. Si perseveras en hacer esto, una unión mutua se producirá entre Dios y tú, y esta unión será perpetua. Ésta es la unión a la cual se refiere cuando se habla de la salvación y de la vida eterna."


Enmarañados en la confusión ¿en quién podemos confiar? En Cristo, a quien "se le dio el dominio, la gloria y el reino, para que todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieran. Y su dominio es eterno y nunca tendrá fin, y su reino jamás será destruido". Daniel 7.14


viernes, 20 de septiembre de 2019

Valor

"Dios sabe por dónde ando; me pondrá a prueba, y saldré refinado como el oro." Job 23.10

Pocas veces somos conscientes de nuestra verdadera naturaleza. Todos los seres humanos tenemos un altísimo concepto propio. Hasta aquellos que aparentemente se menosprecian, en realidad manifiestan la violencia de un ego herido.

Las pruebas y dificultades con frecuencia nos ponen en perspectiva. Dios no necesita ponernos a prueba, ni tentarnos en modo alguno; pero las pruebas nos permiten conocernos cómo realmente somos. Si confiamos en nuestra justicia, sabiduría y fuerza, caeremos vencidos. Si ponemos nuestra confianza en Dios, saldremos fortalecidos.


Para Dios tenemos gran valor, y por ello nos redimió no con oro sino con la propia sangre de su Hijo Jesucristo. Y esa redención abundante nos da valor para enfrentar con coraje todos los desafíos de la vida. "Cuando la fe de ustedes sea puesta a prueba, como el oro, habrá de manifestarse en alabanza, gloria y honra el día que Jesucristo se revele. El oro es perecedero y, sin embargo, se prueba en el fuego; ¡y la fe de ustedes es mucho más preciosa que el oro!" 1 Pedro 1.7

viernes, 13 de septiembre de 2019

A su debido tiempo

Cuando llegue ese día, sucederá que los pueblos irán en busca de la raíz de Isaí, la cual se plantará como estandarte de las naciones; y su habitación será gloriosa.” Isaías 11.10

A casi cada hecho cotidiano se le suele atribuir algún significado político, algunos ciertamente lo tienen y con otros hay que forzarlos para que encajen. Como individuos y sociedades tenemos la tendencia a pensar de que en algún momento las autoridades nos conducirán a un mundo idílico donde todo estará mejor. Pero la experiencia, independientemente de la buena voluntad o falta de ella, nos muestra la vigencia siempre actual de las palabras de la Biblia: “No pongan su confianza en los poderosos, ni en ningún mortal, porque no pueden salvar.” Salmos 146.3

Los medios de comunicación nos bombardean con malas noticias, y nuestras conversaciones cotidianas no hacen más que aumentar el pesimismo. Ante tantas tragedias, tantas carencias, tanta inseguridad y tantos males, ¿habrá acaso alguna esperanza? Gracias a Dios, sí, en Cristo Jesús nuestro Salvador, “Rey de reyes y Señor de señores” Apocalipsis 19.16.


Por la fe podemos confiar plenamente en la fidelidad y firmeza de las promesas divinas. Por la fe podemos vivir con alegría en medio de un mundo confuso y caótico. Por la fe podemos afirmarnos en la esperanza de que “a su debido tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores” 1 Timoteo 6.15.

viernes, 6 de septiembre de 2019

Visión


"El día cinco del mes cuarto del año treinta, yo, Ezequiel, me encontraba junto al río Quebar, entre los cautivos. De pronto, los cielos se abrieron y tuve visiones de parte de Dios." Ezequiel 1.1

Si bien el mundo a nuestro alrededor cambia aceleradamente, todavía disfrutamos del cielo azul, el verdor de los bosques y el canto de las aves. Sin embargo, una sensación sombría siempre acecha nuestra alegría.

El profeta Ezequiel se encontraba a orillas de un río hermoso, rodeado por una naturaleza exuberante, pero era un prisionero. Así también nosotros, en medio de la bellísima y rica creación de Dios, todavía somos cautivos del pecado y la muerte. Tan sólo la visión de Dios nos puede liberar de la desesperación.


Hay quienes piensan que la visión divina es un espectáculo fuera de este mundo, un evento de nubes y voces celestiales. Pero no es así, Dios se revela (se deja ver) plenamente en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Es en Cristo, y sólo en él, que somos curados, consolados y hechos libres para vivir en plenitud. "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo entonces dices: “Muéstranos al Padre”?" Juan 14.9