viernes, 25 de diciembre de 2020

¡Aleluya! Alabemos al Señor

"¡Alabado sea el Señor desde los cielos! ¡Alabado sea el Señor en las alturas! ¡Que alaben al Señor todos sus ángeles! ¡Que alaben al Señor todos sus ejércitos! ¡Que alaben al Señor el sol y la luna! Que alaben al Señor las estrellas refulgentes!" Salmos 148.1-3


En la historia que dejó registrada Mateo en su evangelio, los sabios de Oriente fueron guiados por la Estrella de Belén hasta que llegaron a al niño recién nacido. Esta luz iluminó su camino, permitiéndoles seguir la senda hacia una nueva realidad. La estrella simboliza nuestra capacidad para imaginar y visualizar un mundo transformado y seguir esa visión para manifestar el amor de Cristo.


"¡Alabado sea el nombre del Señor! ¡Sólo su nombre merece ser exaltado! ¡Su gloria domina los cielos y la tierra!" Salmos 148.13


Lucas, el evangelista, nos cuenta que los pastores cuidaban de sus rebaños cuando vieron aparecer a los ángeles. Hacían lo que hicieron sus padres y abuelos durante generaciones: proteger lo que es precioso y necesario para la vida. Los pastores nos recuerdan que no estamos solos.


Este año, todos hemos sido probados financiera, física, emocional o espiritualmente. Sin duda, fue difícil. Es probable que las dificultades continúen. Pero la promesa de Dios es firme y fiel: "La luz ya ha entrado en el mundo", ¡y así es! No estamos solos, Dios está con nosotros. "¡Que alaben al Señor todos sus fieles! ¡Que lo alabe Israel, su pueblo cercano! ¡El Señor ha dado poder a su pueblo! ¡Aleluya!" Salmos 148.14




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