viernes, 3 de junio de 2022

Buenas noticias para los pobres

«El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a proclamar el año de la buena voluntad del Señor.» Lucas 4.18-19


¿Qué es el poder? Para el sistema mundano, el poder significa fuerza, prestigio y riqueza. Fuerza para oprimir. Prestigio para conducir. Riqueza para adquirir. Para el triunfalismo imperante en el mundo, los débiles, los anónimos, los pobres son despreciables y prescindibles. Dios, por otro lado, ve el poder como una manifestación de la plenitud de su Espíritu. El poder de Dios sana, libera y reconcilia.


Jesús anuncia "el año agradable de la buena voluntad del Señor", el verdadero jubileo que redime a los pobres, sana a los enfermos, da libertad a los cautivos y descanso para la tierra. El poder mundano es incompatible e irreconciliable con el Evangelio. Porque Dios, en Cristo y por el poder del Espíritu, estos últimos son ciertamente los primeros. "Porque el Señor es el Espíritu y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad". (2 Corintios 3.17)


Unidos a Jesús, por medio de la fe, también nosotros hemos sido ungidos para "anunciar la buena nueva a los pobres y la libertad a los cautivos, dar vista a los ciegos, liberar a los oprimidos y anunciar el año agradable de la buena voluntad del Señor". No podemos profesar ser cristianos y vivir de acuerdo con el sistema mundano o, peor aún, desearlo. Aferrándonos a las promesas de la palabra de Dios, podemos vencer, con el poder del Espíritu, las tentaciones de la carne, el mundo y el diablo. En la libertad con que Cristo nos hizo libres, podemos decir con nuestro Maestro: "Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de ustedes".

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