miércoles, 16 de abril de 2025

Nuestro Dios puede librarnos del horno de fuego ardiente

 Estudio Bíblico

 

Lectura: Daniel 3:8-25

 

 


1. ¿Qué?

El rey de Babilonia estableció un decreto que ordenaba a todos los ciudadanos adorar una estatua de sí mismo. Tres jóvenes hebreos, amigos y compañeros de Daniel se negaron a la adoración idólatra. Los tres hombres fueron atados y arrojados al horno. El rey se asombró al ver a un ser celestial en el fuego con los tres hombres. Los tres hombres salieron del horno sin quemaduras ni daño en su ropa. El rey reconoció que el Dios de los tres jóvenes era el único que podía librarlos de esa situación. 

 

2. ¿Quién?

Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron tres amigos de Daniel. También encontramos al rey de Babilonia y sus consejeros.

 

3. ¿Dónde?

En Babilonia. 

 

4. ¿Cuándo?

El exilio babilónico fue el destierro de los judíos de Judá a Babilonia, que ocurrió entre el 597 y el 538 a. C. Este evento tuvo graves consecuencias para la cultura judía. 

 

5. ¿Por qué, para qué?

Cuando enfrentamos problemas, dificultades o situaciones adversas, debemos recordar que Dios es capaz de librarnos y de proveer lo que necesitamos. No debemos enfocarnos en la apariencia externa de nuestros problemas, sino en la grandeza y el poder de nuestro Dios. Al igual que Sadrac, Mesac y Abed-nego, debemos mantener una fe inquebrantable y confiar en las promesas de Dios, aunque no podamos entender por completo cómo Él obrará. Las pruebas no están destinadas a destruirnos, sino a fortalecer nuestra fe. Los desafíos pueden ser oportunidades para el crecimiento espiritual. Debemos revelar al mundo un poder superior, un propósito más grande y una conducta más elevada que la del mundo en el que vivimos. 

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