"Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas." Josué 1.9
El Señor le prometió a Josué: "Yo estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé", y esa promesa es también para nosotras y nosotros. Yahvé (יהוה) se identifica con Josué, y le manifiesta su apoyo y compañerismo. Cuando nos hacemos conscientes de nuestra unidad con el Señor, comprendemos y confiamos en su promesa: "no te dejaré, ni te desampararé".
Un espíritu intrépido, fuerte y valiente resulta de guardar en el corazón y obedecer el mandato "Pon mucho cuidado y actúa de acuerdo con las leyes que te dio mi siervo Moisés. Nunca te apartes de ellas, ni a la derecha ni a la izquierda, y así tendrás éxito en todo lo que emprendas". De un espíritu valiente nace un estado mental sereno, y podemos vivir una vida llena de coraje, fuerza y poder.
El Libro de la Ley simboliza la comprensión de que hay una Ley Espiritual (תּוֹרָה) fija detrás de cada efecto que se manifiesta en la mente, en el habla o en los actos. Mediante la oración y la meditación, esta ley se revela al corazón. La meditación (indagación en la ley) debe llevarse a cabo en tiempos de luz (día) y en períodos de oscuridad (noche). Quienes siguen la ley y ordenan sus pensamientos, palabras y actos de acuerdo con ella, son siempre prósperos y exitosos. Guiadas y guiados por la palabra divina podemos esforzarnos y ser valientes, sabiendo que el poder del Señor nos sostiene.
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