jueves, 16 de octubre de 2025

Dame sabiduría, Señor

 Estudio Bíblico

 

Lectura: 2 Crónicas 1:7-12

 

 


1. ¿Qué?

2 Crónicas 1:7-12 relata la aparición de Dios a Salomón en un sueño y la petición que éste le hace al Señor. Salomón pide sabiduría y conocimiento para gobernar a su pueblo, una petición que agrada a Dios, quien se la concede y además promete darle riquezas y fama.     

 

2. ¿Quién?

En este pasaje aparecen principalmente Dios y el rey Salomón. También el pueblo que, de modo pasivo en este texto, pasa a ser beneficiario de la bendición de Dios por medio de la sabiduría otorgada al rey.

 

3. ¿Dónde?

Los versículos 2 Crónicas 1:7-12 se escribieron en algún lugar de la zona de Jerusalén, pero no se puede precisar la ubicación exacta de su escritura original.   

 

4. ¿Cuándo?

El autor es un cronista anónimo que compiló el libro a partir de fuentes antiguas, probablemente en la región de Judá alrededor del siglo V o IV a.C., para la comunidad judía que regresó del exilio en Babilonia. 

 

5. ¿Por qué, para qué?

Esta porción del libro de las Crónicas nos enseña a priorizar la sabiduría y el conocimiento espiritual sobre las riquezas, la fama o la vida larga, sabiendo que Dios recompensa una petición sincera de liderazgo responsable. Esto nos enseña a pedirle a Dios primero lo que está en línea con su voluntad, ya sea discernimiento para la toma de decisiones o una mejor comprensión de sus principios, para así poder gobernar nuestras propias vidas y la de los demás. La aplicación incluye reconocer la propia insuficiencia sin la ayuda de Dios para guiar nuestros asuntos y buscar activamente su guía en lugar de buscar solo lo material. 

jueves, 9 de octubre de 2025

No te alabes a ti mismo, ni te des demasiada importancia

 Estudio Bíblico

 

Lectura: Proverbios 25:6-14

 

 


1. ¿Qué?

En este pasaje se aconseja sobre la modestia y la prudencia: no alardear ante la autoridad, no apresurarse en pleitos, guardar secretos ajenos, y ser preciso con las palabras, la crítica y las promesas. Además, resalta el valor de la paciencia al tratar con gobernantes, la seriedad de la lealtad de un mensajero, y la falsedad de quienes prometen pero no dan.    

 

2. ¿Quién?

El texto se dirige directamente a la gente común y específicamente a los cortesanos o funcionarios reales, con el fin de advertirles sobre la arrogancia, la pretensión de grandeza ante una autoridad, y el engaño al prometer cosas que no se cumplirán. El pasaje ofrece consejos prácticos sobre cómo comportarse en la corte para evitar la humillación y cómo actuar con integridad en las relaciones personales.    

 

3. ¿Dónde?

Proverbios 25:6-14, es parte de la "Segunda Colección Salomónica", fue escrito en Israel y recopilado por los hombres de Ezequías, rey de Judá, alrededor del período postexílico. 

 

4. ¿Cuándo?

Los Proverbios comenzaron a ser escritos, probablemente, entre 1015 y 975 a. de C., y luego fueron copiados o recopilados por los hombres del rey Ezequías de Judá alrededor del año 717 a. C., en el contexto de las invasiones asirias.  

 

5. ¿Por qué, para qué?

Esta porción del libro de los Proverbios aconseja humildad ante la autoridad, no alardear de lo que no se tiene, y un llamado a la reflexión antes de la acción. En resumen, la sección recomienda ser modesto en presencia de reyes (versículos 6-7), considerar el impacto de las palabras y reflexionar antes de actuar o hablar, especialmente en asuntos legales (versículos 11-12), y alerta sobre la falsedad de las promesas vacías (versículo 14). 

La prudencia bíblica es la sabiduría de prever y evitar el peligro, pensar antes de actuar o hablar, y tomar decisiones sensatas bajo la guía de Dios, mientras que la modestia es el dominio propio para evitar excesos y encontrar el equilibrio en todas las áreas de la vida, actuando sin imprudencia ni evasión. Ambas son virtudes que permiten vivir de manera piadosa y evitar el daño, como se refleja en la capacidad de distinguir lo adecuado para decir o hacer. 

jueves, 2 de octubre de 2025

La bendición de la disciplina divina

 Estudio Bíblico

 

Lectura: Job 5:17-26

 

 


1. ¿Qué?

En este pasaje dice que la persona que acepta la disciplina de Dios es bienaventurada, porque Dios, aunque puede herir, también sana, y libra de las desgracias, protege de la calamidad y los peligros, asegurando la prosperidad, la paz y una descendencia abundante, para llegar a la vejez como una gavilla de trigo madura.   

 

2. ¿Quién?

El personaje central de todo el libro, y por lo tanto de los versículos 5:17-26, es Job, un hombre justo que atraviesa pruebas divinamente permitidas. Aunque en estos versículos se habla de la perspectiva de Elifaz, quien interpreta las aflicciones de Job como una disciplina y corrección divina, la acción y el foco principal siguen estando en Job, quien es el que experimenta el sufrimiento y debe responder a la sabiduría de Dios.   

 

3. ¿Dónde?

No se menciona un lugar geográfico específico donde estos versículos tienen lugar, sino que se habla de la corrección y la bendición de Dios en general para el justo. 

 

4. ¿Cuándo?

La fecha exacta en que se escribió el libro de Job es desconocida y objeto de debate, aunque la evidencia lingüística sugiere que el relato en prosa se compuso durante la era post-babilónica, después del 540 a. C. Algunas teorías sitúan la escritura en la época de los patriarcas o incluso durante el exilio en Babilonia, mientras que otras la ubican en el período persa, entre el 540 y el 330 a. C.  

 

5. ¿Por qué, para qué?

El pasaje nos enseña que la disciplina y el sufrimiento a manos de Dios son una bendición, no una maldición, ya que tienen un propósito correctivo y preparan para la sanidad y las bendiciones futuras, incluyendo seguridad, prosperidad y una vida plena y en paz con la creación. El pasaje exhorta a no despreciar la corrección divina, pues Dios hiere para sanar y su propósito final es el bienestar de la persona, haciendo que el sufrimiento sea un camino hacia un futuro mejor si se acepta con fe.

Job 5:17-26 es un recordatorio, un consuelo y una promesa de que la disciplina y el sufrimiento a menudo tienen un propósito divino: no menospreciar la corrección del Todopoderoso, que, si bien hiere, también cura, protege de los peligros y finalmente otorga bendiciones y paz duraderas, culminando en una vida plena y una muerte en edad madura.