viernes, 17 de abril de 2015

Debo seguir a Cristo a mi manera.

Quizás piensas que el camino de Jesús es el mejor y que siempre debemos seguirlo. Es cierto, pero debemos seguirlo con inteligencia y no simplemente imitando sus acciones. Por ejemplo: Jesús ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches. A nadie se le pide imitarlo literalmente. Como en muchas cosas que hizo, tenía la intención de que lo siguiéramos según el espíritu, no según la letra.


Siempre debes usar tu inteligencia en tu camino espiritual. A Jesús le interesa más tu amor que tus obras. A Cristo debes seguirlo a tu manera. Pero, ¿qué significa esto? Que cada persona debe determinar individualmente las técnicas específicas y el régimen que es preciso adoptar para seguirlo. La acción acompañada de inteligencia es preferible a la imitación literal.

Jesús ayunó cuarenta días. Imítalo concentrando la atención en algún mal hábito tuyo, esforzándote en no caer en él. Pero ¡ten cuidado! Es preferible que abandones ese hábito sin lamentarlo que abstenerte totalmente de la comida. No olvides que a menudo es más duro reprimir una palabra airada que dejar de hablar más duro estar solo entre la multitud que en un desierto, más duro terminar una tarea pequeña que una importante. A través de tus debilidades puedes seguir a Jesús y no debes pensar que Él se halla lejos de ti.

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