viernes, 24 de abril de 2015

Desde el interior

Toda transformación, toda evolución, comienza desde el interior. El ser humano es un ente espiritual, y saber esto es el primer paso en el camino a la realización. Mientras creamos estar limitados a nuestro ser físico, considerándonos sencillamente una clase superior de animal, el cautiverio permanecerá, es decir, el cautiverio creado por nuestros propios hábitos mentales, porque no existe otro.

"¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera!" - Mateo 23.26

Dado que somos seres esencialmente espirituales (lo que no significa etéreos ni fantasmales), es necio pretender transformaciones que sólo signifiquen la modificación de las circunstancias externas. Pretender eso es la fórmula infalible para la desilusión. El espíritu es la causa, y la experiencia es efecto. Si estamos insatisfechos con las experiencias manifestadas en nuestra vida, el remedio obvio es alterar las causas, y de ese modo el efecto se modificará naturalmente.

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