viernes, 3 de agosto de 2018

¿Salario o regalo?

"Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor."Romanos 6.23

La ley de Dios es más que un conjunto de mandamientos que exigen obediencia, es la expresión del carácter justo, recto y bondadoso del Señor. Si bien con la boca decimos que no somos perfectos, todos pensamos poder cumplir los requisitos de la ley y merecer un generoso pago por ello.

Cuanto más nos esforzamos por cumplir la ley, más se manifiesta el pecado en nosotros. Cuanto más pensamos que merecemos un premio por nuestra bondad, tanto más el peso de la muerte se cierne sobre nosotros. "Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos." (Romanos 3.20)


Dios es un Padre amoroso, no un patrón opresivo. Él no desea con nosotros una relación comercial de obras y salarios, sino un vínculo de amor filial. En Cristo no nos ofrece un pago por nuestra bondad, nos da el único remedio para nuestra maldad; gratuitamente, por puro amor. El regalo de Dios, su propio Hijo, es vida. "Cuando la gente trabaja, el salario que recibe no es un regalo sino algo que se ha ganado; pero la gente no es considerada justa por sus acciones sino por su fe en Dios, quien perdona a los pecadores." (Romanos 4.4-5)

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