viernes, 1 de febrero de 2019

Todo tiene sentido

"En el principio, Dios creó los cielos y la tierra." Génesis 1.1

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué sentido tiene el Universo? Son preguntas que no sólo inquietan a los filósofos, sino que todos nos hacemos con mayor o menor frecuencia. Y, las hagamos de forma sistemática o en momentos impactantes, son preguntas que exigen respuesta, porque tienen que ver con la razón de nuestra existencia.


Las respuestas a las preguntas cruciales de la vida han sido tan variadas como variada es la gente que hay en el mundo. Pero, básicamente podemos resumirlas en dos: la existencia tiene sentido o no lo tiene. Las modernas tendencias de nuestra sociedad se han inclinado peligrosamente hacia la segunda respuesta. Así, si la existencia, la vida y el Universo entero carecen de sentido y propósito, también carecen de sentido y propósito los más cotidianos hechos de la vida.

Sin importar las tendencias sociales, tenemos una fuente fidedigna para buscar respuesta a las cuestiones importantes: la palabra de Dios. Y Dios nos ha revelado que Él creó todas las cosas, y que las creó con un sentido y un propósito. Tal vez no podamos expresar de manera elocuente estas respuestas, pero podemos confiar en lo que Dios dice. "Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. Dios le prometió todo al Hijo como herencia y, mediante el Hijo, creó el universo." Hebreos 1.1, 2.

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