viernes, 17 de julio de 2020

Buena y abundante cosecha

"Tú, Dios de nuestra salvación, nos respondes con grandes actos de justicia. En ti esperan los confines de la tierra y los mares más remotos." Salmo 65.5

En toda la cristiandad, confesamos nuestra fe diciendo: "Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra". Pero la verdad es que, en los últimos siglos, esa expresión ha perdido fuerza y ​​significado para la mayoría de nosotros. En el mejor de los casos, lo consideramos una declaración poética, si no una declaración mítica, infantil y primitiva. Sin embargo, la palabra divina continúa afirmando que Dios es el creador, el mantenedor y el consumador de todo lo que existe.

La misma palabra poderosa que creó el Universo, Dios la continúa pronunciando para nuestro bien. En nuestro caos, trae orden. En nuestra oscuridad, crea luz. En nuestra sequedad, produce vida. "Así como la lluvia y la nieve caen de los cielos, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra y la hacen germinar y producir, con lo que dan semilla para el que siembra y pan para el que come, así también mi palabra, cuando sale de mi boca, no vuelve a mí vacía, sino que hace todo lo que yo quiero, y tiene éxito en todo aquello para lo cual la envié." Isaías 55.10-11


Ciertamente es Dios quien me suministra "abundante y diariamente con todo lo necesario para el cuerpo y la vida; me protege de todos los peligros y me guarda de todo mal". Aún más, es Dios quien diaria y constantemente nos llama a través de su Palabra encarnada, el Hijo de Dios, Jesucristo, para que, creyendo en él, no perezcamos, sino que tengamos vida eterna. Es en Cristo, y a través de él, "sembrador y simiente", que Dios nos promete y efectivamente nos da perdón, paz y vida abundante. Es a través de Cristo, y solo a través de él, que somos reconciliados con el Padre y adoptados como hijas e hijos de Dios, herederos de todo bien divino. Dios Padre nos creó y nos conoce. Dios Hijo nos ama y nos ha salvado. Dios Espíritu Santo nos santifica y nos llena de vida, esperanza y alegría.

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