viernes, 5 de marzo de 2021

Dios es nuestro refugio

"Sólo en Dios halla tranquilidad mi alma; sólo en él he puesto mi esperanza. Sólo Dios es mi salvación y mi roca; porque él es mi refugio, no resbalaré. Sólo Dios es mi salvación y mi gloria; ¡Dios es mi roca fuerte y mi refugio!" Salmos 62.5-7

Todos nosotros, con mayor o menor frecuencia, pasamos momentos de preocupación y ansiedad. Pero aunque aparentemente estemos preocupados por algo material, como la salud o la comida, toda ansiedad es puramente espiritual. La preocupación, la frustración, la ira, la impaciencia, no pueden hacer nada para solucionar los problemas. Ninguna cosa o situación valen la pena para hacernos perder la paz interior. Ante la preocupación y la ansiedad, centrarse exclusivamente en Dios es un remedio infalible.

Podemos esperar, con total confianza, todo el bien de Dios. Pero, ¿qué espera Dios de nosotros? Primero, Dios espera que pongamos la vida en primer lugar. El amoroso Padre Celestial, espera que tengamos una fe viva, una confianza inquebrantable en su amor, sabiduría y providencia. "Pueblos todos, ¡confíen siempre en Dios! ¡Vacíen delante de él su corazón! ¡Dios es nuestro refugio!"



La fe en Cristo es una verdadera confianza en el poder de Dios y en sus promesas, según las Escrituras. No es una quimera creada por nuestra imaginación; es certeza creada por el Espíritu Santo por medio de la palabra de Dios. Por eso la verdadera fe produce verdadera esperanza, paz y alegría. Tanto la fe como la esperanza y el amor no dependen de nuestra capacidad, sino de la pura gracia de Dios, por los méritos de Cristo. "Dios habló una vez, y yo lo escuché dos veces: Tuyo, Dios mío, es el poder; tuya, Señor, es la misericordia; tú das a cada uno lo que merecen sus obras."

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