viernes, 6 de marzo de 2015

Padrenuestro

Cuando los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñase a orar, el Maestro les dio ejemplo de cómo hacerlo. Con sinceridad, sencillez y confianza, él les enseño a dirigirse a Dios con la actitud de niños confiados dirigiéndose a un padre amoroso y lleno de bondad.

Al recitar el Padrenuestro, la oración más grandiosa que se haya pronunciado, Jesús comenzó diciendo, "Padre nuestro" -de ustedes y mío- porque deseaba expresar, sin ambages, la verdad indiscutible de nuestra filiación divina, y el incondicional amor paterno que Dios tiene por cada una de sus criaturas. Nosotros nunca podemos estar separados de la amorosa presencia del Padre.


Padre nuestro que estás en los cielos. Al decir Padre nuestro, estamos identificándonos familiarmente con Dios. No somos extraños, somos hijos e hijas, herederos del amor, la bondad y la gloria del Padre. También nos reconocemos hermanos y hermanas. Dios no es Padre mío, sino nuestro. Y la extensión de su paternidad está en el cielo que es el mismo en cualquier lugar y tiempo, sin diferencia, sin variación.

Santificado sea tu nombre. No significa esto una declaración exclusivista y opresiva. Más bien es el llamado a reconocer que, sin importar nuestra condición, nuestras ideas o nuestras determinaciones históricas y culturales, la unidad fundamental de toda la humanidad en la Presencia divina. Cuando reconocemos a Dios la Infinita Presencia, reconocemos la santidad de nuestra propia unidad filiar con su naturaleza de amor, paz, armonía, alegría, felicidad, belleza e inteligencia.

Venga a nosotros tu reino. Dios, nuestro Padre, es Bueno, y todo lo que pertenece al Padre, pertenece también a sus hijos e hijas, sin embargo, depende de nosotros aceptarlo y "dejar" a Dios que trabaje en nosotros, y a través de nosotros, para manifestar el bien que nosotros deseamos. Es una Verdad divina que Dios puede hacer por nosotros aquello que él puede hacer por medio nuestro... En otras palabras, nosotros debemos sanar nuestra mente y nuestro corazón de todo aquello que nos impide percibir la bondad divina en todas las cosas.

Hágase tu voluntad, así en la Tierra como en el cielo. Dios nos creó con voluntad propia y con la libertad de escoger. La voluntad del Padre para con nosotros es que seamos capaces de hacer elecciones libres y responsables. Por medio de nuestros pensamiento, nuestras creencias y de nuestra voluntad para demostrar fe realizamos la voluntad de Dios. Nada es es imposible para los hijos e hijas de Dios, todos nosotros. Si tan solo podemos creer y percibir la verdad de que "lo poseemos ahora mismo". Esta "creencia", confiada en la bondad paterna de Dios, es el estado de nuestra mente y de nuestro espíritu que permite que el Padre manifieste su bondad providente en todos nuestros asuntos humanos. Por medio nuestro, aquí y ahora, tal como nosotros lo sabemos en nuestro corazón, traemos el cielo (en el cual estamos en espíritu) a la tierra.

Danos hoy nuestro pan de cada día. Dios se interesa no solamente por las cosas que nosotros consideramos que son importantes, sino también por las cosas más pequeñas que podemos desear o necesitar. Dios, nuestro Padre amoroso y siempre presente, es la Fuente de todo bien, y en esta declaración Jesús nos enseña a confiar en Él para nuestra provisión.

Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Nuestro corazón debe liberarse y estar abierto al impulso divino. Mientras estemos aferrados a lo que alguien nos debe, o que nosotros le debemos algo a alguien, nuestro espíritu no es "libre", está siendo perturbado por algo que no es verdad... en el espíritu no existe deuda porque en este plano todos somos Uno. Y cuando percibimos este "sentimiento" de estar libres de deudas, o de que nos deben algo, nuestro espíritu se hace más abierto y receptivo a todo lo que Dios es.

Y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Nada es bueno o malo en sí, sólo la percepción que tenemos de las cosas las hacen así. Al elevarnos al entendimiento espiritual de la vida y de nuestra relación con Dios somos librados de la la tentación de menospreciarnos y la tentación de menospreciar a los demás. Los pensamientos de nuestro corazón no pueden enfocarse en una expansión y aumento del bien divino en nuestra vida mientras estemos aferrados a lo negativo.

El Padrenuestro es la expresión resumida de la espiritualidad de Jesús, es una manifestación espiritual del corazón del Maestro, en la que cada frase crea una "acción" en la mente, un reflejo que produce una expansión en la conciencia de nuestra relación con Dios dándonos poder para vivir una vida más plena y abundante.

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