viernes, 12 de junio de 2015

Dejemos las preocupaciones a Dios

Estar tenso es el camino seguro hacia el fracaso cualquier tarea que se emprenda. Buscar el éxito es una cosa fantástica, pero ir tras el éxito sin paz ni sosiego es afanarse en vano. Abandonemos la tensión y el afán.


"Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes." 1 Pedro 5.7

Enfocar cualquier intento de con confianza y despreocupación es un atajo para el éxito. En todo ámbito de la actividad humana; la música, el deporte, los estudios, los negocios, mucha gente fracasa, o avanza a muy duras penas, porque encaran la tarea como un fardo pesado.

Fuimos creados para crear. Miremos nuestras tareas cotidianas como un juego en el jardín del Universo, consideremos las dificultades como parte del juego, tomando cada obstáculo como un desafío. Esta es, en el fondo, la real diferencia entre el trabajo y el juego.

"Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros." Mateo 11.30

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