martes, 2 de junio de 2015

El que lee, que entienda

Es nuestra tendencia usual poner nuestra mirada en aquello que parece ir mal. Tal vez le llamemos "prudencia", pero en el fondo es sencillamente miedo. Poner la vista en el error y la carencia, es la vía más rápida para dejar de percibir la Presencia de Dios. En el instante en que nos percibimos pensando de modo pesimista y negativo, debemos actuar rápidamente. No nos detengamos a contemplar el error, sino volvámonos inmediatamente hacia la Presencia amorosa del Padre.

"Cuando ustedes vean el horrible sacrilegio en el lugar donde no debe estar —el que lee, entienda—, entonces los que estén en Judea, que huyan a las montañas; y el que esté en la azotea de su casa, que no baje ni entre a sacar nada; y el que esté en el campo, que no regrese ni aun a recoger su capa." Marcos 13.14-16

Jesús enseñó este principio de modo gráfico. El Lugar Santo es el interior de nuestra conciencia y el "horrible sacrilegio" es cualquier pensamiento que niegue la constante y bondadosa Presencia de Dios, porque un pensamiento negativo significa creer en la ausencia de Dios en ese momento y circunstancia. Interioricemos y hagamos nuestra esta enseñanza para que, cuando la negación se haga presente en el santuario de nuestra consciencia, huyamos inmediatamente de la abominación desoladora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario