lunes, 24 de agosto de 2015

Luz

"[...] procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo." Mateo 5.16


Lo que expresamos exteriormente no es más que el reflejo de lo que somos en el interior. Si nuestro interior es luminoso y compasivo, expresará optimismo, bondad y compasión. Por el contrario, un espíritu lúgubre se manifestará de forma pesimista, egoísta y juzgadora. Es una ley de la existencia: nada puede ocultar de modo permanente su propia naturaleza. 

Ralph Waldo Emerson escribió: “Lo que eres grita tan fuerte que no puedo oír lo que dices”. La vida que está construida sobre fundamentos espirituales no puede ser escondida, resplandece en cada acción de la vida diaria. Habla por sí misma, pero sin necesidad de pompa ni proclamas, y hace sus mejor obras de forma natural, sin esfuerzo, como presencia de paz y sanación.

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