viernes, 26 de julio de 2019

La luz resplandece en las tinieblas

“Despiértate, tú que duermes. Levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.” Efesios 5.14

Es una tendencia natural de todos los seres humanos considerar que nuestra manera de ver el mundo, nuestro modo de vida y nuestros valores son superiores y más apropiados que los de las demás personas. Pocas veces evaluamos seriamente aquello que consideramos la forma correcta en que las cosas deben ser. Pocas veces, para no decir ninguna, nos atrevemos a confrontar los errores y males que nuestra manera de ver el mundo, nuestro modo de vida y nuestros valores nos causan a nosotros mismos, a nuestros semejantes y a todo cuanto nos rodea. Aunque nos cueste creerlo, y mucho más aceptarlo, pasamos nuestra vida caminando en la oscuridad.


Quienes hemos tenido la experiencia de andar en la más profunda oscuridad, sea por necesidad o por simple entretenimiento, sabemos lo complicado que es. El sentido de la vista tiene una importancia capital para nosotros, y vernos disminuidos o privados de él nos coloca en una posición de vulnerabilidad. Quien camina en la oscuridad vacila, tropieza, se golpea, cae, se desorienta. Pero, al aparecer el menor destello de luz, la esperanza renace y con ella la seguridad y la confianza. Dios nos ha concedido la luz que disipa toda oscuridad y su brillo nos permite caminar seguros a la casa del Padre. “La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.” Juan 1.5

No hay comentarios:

Publicar un comentario