viernes, 23 de julio de 2021

Sobre todos, por medio de todos, y en todos

"Naciones y pueblos todos, alaben al Señor, pues su amor por nosotros es muy grande; ¡la fidelidad del Señor es eterna! ¡Aleluya!" Salmos 117.1-2


Es triste reconocerlo, y nos cuesta hacerlo, pero por lo general juzgamos, rechazamos y condenamos a quienes son diferentes que nosotros. Quien cree diferente no puede ser amado por Dios. Quien piensa diferente no es inteligente. Quien actúa diferente es perverso... ¿Qué resultaría si todas las naciones y pueblos se unieran en alabanza al Señor? ¿Qué sucedería si reconociéramos en cada ser humano la imagen y semejanza, la presencia del Señor? Se generaría y liberaría una energía benéfica de suficiente intensidad para manifestar aquí y ahora el poder del reino de los cielos.



"Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos." Efesios 4.5








La verdad sólo está presente donde está el bien. El bien sólo está presente donde está el amor. El amor sólo está presente donde está la justicia. Jesucristo, Dios mismo, cargó con todos los pecados del mundo a través del bautismo que recibió de Juan el Bautista, fue condenado por todos los pecados al derramar Su sangre hasta morir en la Cruz; se levantó de entre los muertos y así ha completado la obra de salvación para hacernos justos delante del Padre. Cualquier falsedad, maldad e injusticia que pensemos, digamos o hagamos contra nuestros semejantes será una negación y frustración del propósito divino en nuestras propias vidas. ¿Es la bondad amorosa parte de la verdad eterna? Sí, lo es. "Su misericordia es grande para con nosotros; y la verdad del Señor permanece para siempre".

No hay comentarios:

Publicar un comentario