viernes, 2 de diciembre de 2022

Un reinado de paz y justicia

"De ese tronco que es Jesé, sale un retoño; un retoño brota de sus raíces. [...] En ese tiempo el retoño de esta raíz que es Jesé se levantará como una señal para los pueblos; las naciones irán en su busca, y el sitio en que esté será glorioso." Isaías 11.1, 10


Durante generaciones el pueblo de Judá había endurecido su corazón e ignorado, cuando no directamente rechazado y matado, a aquellos que les advertirían de las consecuencias de ir tras dioses extraños, y como resultado se apartaban más y más de la instrucción del Dios de sus padres, Abraham, Isaac y Jacob, hasta que sus ciudades quedaron desoladas y su gente arrastrada al cautiverio. 


No obstante, Dios levantó de la "buena semilla" al buen rey Ezequías (Yizqiyyâhu), quien brotó entre ellos como un retoño del tronco del árbol cuya sustancia permaneció en él, reunió a los miembros dispersos de su pueblo, restauró y purificó el Templo, y volvió a la legítima adoración del Dios único. Isaías fue consejero de Ezequías y en ese momento predijo la era del reinado del Mesías, una profecía cumplida siete siglos después en la venida de Jesús (Yeshúa) a su pueblo, y cada vez que reconocemos en la conciencia de cada individuo la verdad de nuestro ser real.


"El amor y la verdad se darán cita, la paz y la justicia se besarán"El significado del nombre Jesé (Yishay) es regalo, don, dádiva. El reinado de justicia y paz no es un logro del esfuerzo humano, de la moral o de la política, sino una dádiva generosa de Dios cuando vivimos en armonía con el orden divino.




El anuncio de Isaías (Yeshayaáh) es tan claro en su significado que necesita poca interpretación. Procuraremos aplicar las enseñanzas de esta profecía, el anhelo y la manifestación de la era mesiánica, justica, paz, bondad y amor de manera práctica para guiarnos en nuestra vida cotidiana.

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