viernes, 27 de febrero de 2015

Desarrollando el amor divino

Mi alma está llena de Amor Divino. Estoy rodeado de Amor Divino. Yo irradio Amor y Paz a todo el mundo. Yo manifiesto conscientemente el Amor Divino. Dios es Amor y no existe otra cosa en la creación que Dios y Su Expresión.

Todos los Seres Humanos somos expresiones del Amor Divino, de manera que Yo no puedo tropezarme con otra cosa que las expresiones del Amor Divino. No puede ocurrir otra cosa que las expresiones del Amor Divino. Todo esto es la verdad ahora. Este es el caso actual, el actual estado de cosas. Yo no tengo que esforzarme a que esto suceda, lo observo en este momento. El Amor Divino es la naturaleza del Ser. No hay, en todo el Universo, sino Amor Divino y yo lo sé. Yo comprendo perfectamente lo que es el Amor Divino. Yo tengo realización consciente del Amor Divino. El Amor de Dios arde en mí hacia toda la humanidad. Yo Soy un foco de Dios irradiando Amor Divino a todo aquel con quien yo me encuentre, hacia todo aquel en que yo piense. Yo perdono todo, todo lo que necesite mi perdón, absolutamente todo. El Amor Divino llena mi corazón y todo está perfecto. Ahora irradio Amor a todo el universo, sin excepción de nadie. Experimento Amor Divino. Yo manifiesto Amor Divino. Doy Gracias a Dios por esto.


El apóstol Pablo dijo: "cambien de manera de pensar y cambiarán su manera de ser". La renovación de nuestra mente se hace cambiando cada creencia antigua a medida que vayan presentándose en nuestra vida o en nuestra conciencia, con conocimiento de acuerdo con la verdad.

Existe un principio que manifiesta la ley: LO QUE PIENSAS Y SIENTES, SE MANIFIESTA EN LA FORMA. SOBRE LO QUE MEDITAS, EN ESO TE CONVIERTES. Es mejor no divulgar la verdad que estas aprendiendo. No porque haya que ocultarla, sino porque hay que respetar el grado de comprensión de cada individuo. Un viejo refrán dice: “cuando el discípulo está preparado, aparece el Maestro.”. Por LEY DE ATRACCION, todo el que esté preparado para subir de grado es automáticamente acercado al que lo puede adelantar, de manera que no trates de hacer labor de adoctrinador.

"Amados hijos míos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios, y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Dios nos dio muestras de su amor al enviar al mundo a Jesús, su único Hijo, para que por medio de él todos nosotros tengamos vida eterna. El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio. Hijos míos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto nunca a Dios; pero, si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y también su amor estará en nosotros. Sabemos que estamos íntimamente unidos a Dios porque él nos ha dado su Espíritu.  Nosotros mismos lo hemos visto, y lo decimos sin miedo: el Padre envió a su Hijo para salvar a todo el mundo. Si alguien reconoce que Jesucristo es el Hijo de Dios, queda íntimamente unido a Dios, como si fuera una sola persona con él. Sabemos y creemos que Dios nos ama, porque Dios es amor. Cualquiera que ama a sus hermanos está íntimamente unido a Dios. Si en verdad amamos a los hermanos, y si vivimos como Jesucristo vivió en este mundo, no tendremos por qué tener miedo cuando Jesús venga para juzgar a todo el mundo. La persona que ama no tiene miedo. Donde hay amor no hay temor. Al contrario, el verdadero amor quita el miedo. Si alguien tiene miedo de que Dios lo castigue, es porque no ha aprendido a amar. Nosotros amamos a nuestros hermanos porque Dios nos amó primero. Si decimos que amamos a Dios, y al mismo tiempo nos odiamos unos a otros, somos unos mentirosos. Porque si no amamos al hermano, a quien podemos ver, mucho menos podemos amar a Dios, a quien no podemos ver. Y Jesucristo nos dio este mandamiento: «¡Amen a Dios, y ámense unos a otros!»" 1 Juan 4.7-21

No hay comentarios:

Publicar un comentario