martes, 27 de septiembre de 2016

El quinto Mandamiento

"Respeta a tu padre y a tu madre, para que se prolongue tu vida sobre la tierra que Yavé, tu Dios, te da." Éxodo 20.12

El respeto y la honra a nuestros padres, por el sencillo hecho de ser ellos nuestros padres, es únicamente el marco exterior del significado de este precepto. De modo mucho más profundo, el mandamiento nos dirige a Dios, quien es "el Padre de los espíritus" (Hebreos 12.9). 


El Universo entero es una danza constante, un delicado equilibrio entre polaridades. Al decir “respeta a tu padre y a tu madre”, este mandamiento nos remite a los dos polos, el masculino y el femenino; el día y la noche; lo positivo y lo negativo; la actividad y la pasividad. Cuando olvidamos que la vida es un movimiento permanente, aparecen el dolor y la decepción.

"Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a tu madre. Es, además, el primer mandamiento que va acompañado de una promesa: para que seas feliz y goces de larga vida en la tierra." Efesios 6.1-3 

En las Escrituras el padre representa el conocimiento y la madre simboliza las emociones y sentimientos. Todos nosotros tenemos un lado o el otro más desarrollado, raras veces manifestamos un balance perfectamente equilibrado. Si deseamos progresar, debemos honrar a nuestro padre y nuestra madre, aceptar lo positivo y lo negativo, y descansar en la tierra bendita de la presencia divina.

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