viernes, 8 de mayo de 2020

El Hijo de Dios

"Pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer, tengan vida en su nombre." Juan 20.31

Cuando hablamos de Jesús como rey, nuestro entendimiento aprueba aunque nuestro corazón dude, lo mismo sucede cuando hablamos de Jesús como siervo, o incluso Salvador. Pero todas nuestras especulaciones son desafiadas hasta la raíz cuando Jesús es presentado como Hijo de Dios. Únicamente la fe puede aprehender esta verdad.

La fe no es una convicción producida por argumentos convincentes, es una dádiva de Dios, un regalo inmerecido. Nadie puede entrar en el reino de Dios por sus propios méritos y esfuerzos, es necesario nacer de nuevo: «De cierto, de cierto te digo, que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.» Juan 3.5


El propio Señor dijo: «Mi reino no es de este mundo», Juan 18.36. Solamente la fe puede entrar, vivir y permanecer en el reino de Cristo. Por la fe nosotros somos hechos hijos e hijas en el Hijo. "Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados", Romanos 8.17.

1 comentario:

  1. Gracias hermano por esta oportuna reflexión. "Por la fe nosotros somos hechos hijos e hijas en el Hijo..." Amén!

    ResponderEliminar