martes, 26 de mayo de 2015

Espíritu en la Rebelión

Hace unos días recordaba un poema escrito hace muchos años, en 1998 para ser preciso, durante la última visita que hice a un ejemplo, amigo y maestro. El encuentro fue en el convento de los Capuchinos del barrio de Pompeya, en Buenos Aires. El amigo estaba enfermo a la sazón, pero el acróstico poético improvisado despertó en él una sonrisa que permanece indeleble en mi memoria.


Analectas argentinas
No regalaron musgo a los generales.
Todos los premios fueron:
Odio y desmemoria.
Nunca sabrán los
IDIOTAS ESPECTADORES
Otra verdad.

Padrecito a la cárcel.
Uno más.
Intangible en la
GUERRA MEDIATICA, ESTUPIDEZ MASIVA.
Justicia y libertad…
Ausentes aún.
Norte de otros
En la mesa de los pobres.

Fray Antonio comenzó a trabajar con los pobres en los años ‘60, cuando se dio cuenta de que la Iglesia Católica tenía la responsabilidad de ocuparse de algo más que de las meras necesidades espirituales de los habitantes de las villas-miseria. Trabajó con los pobres ayudándoles a ayudarse a sí mismos, organizando cooperativas cerca de la iglesia, que construían clínicas y ofrecían, entre otras cosas, atención médica barata a los pobres. También se opuso a las atrocidades cometidas por el gobierno militar.

Fray Antonio Puigjané está con arresto domiciliario por su condena a 20 años de prisión. Se levanta de madrugada, reza, lee y viaja en colectivo. Vive en una iglesia, los domingos da misa en Pompeya y visita a sus compañeros del MTP en Ezeiza.

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