martes, 29 de septiembre de 2015

En camino

¿Qué sucede cuando somos conscientes de una gran imperfección moral, y al mismo tiempo estamos sinceramente deseosos del crecimiento espiritual? ¿Abandonaremos la búsqueda espiritual, hasta haber logrado antes una reforma de nuestra conducta? ¡De ningún modo! De hecho, cualquier intento para avanzar hacia el perfeccionamiento sin ayuda espiritual está destinado a fallar. 


El camino hacia la perfección espiritual consiste en orar regularmente y dejar el éxito en las manos de Dios. Nuestra responsabilidad es continuar en camino, no importa cuántas veces podamos tropezar. Apoyémonos firmemente en la certeza de que Dios está presente siempre, y que nuestra propia y auténtica naturaleza es espiritual y perfecta. De esta forma la regeneración moral y el desarrollo espiritual irán juntos. 

"No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesús me alcanzó primero." Filipenses 3.12

La vida cristiana no requiere que poseamos previamente la perfección de carácter, sino, ¿quién de nosotros sería capaz de emprenderla siquiera? Lo que sí requiere es un honesto, y genuino, esfuerzo por alcanzar esa perfección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario