martes, 22 de septiembre de 2015

Madurez espiritual

Mientras crecemos y maduramos en el entendimiento espiritual, muchas reglas externas nos parecerán superfluas, por la sencilla razón de que nos habremos elevado por encima de ellas. Este punto de crecimiento, al que todos estamos llamados, es la llegada a la madurez espiritual.

"Mantengámonos firmes, sin dudar, en la esperanza de la fe que profesamos, porque Dios cumplirá la promesa que nos ha hecho." Hebreos 10.23

Como todo proceso de la vida, la llegada a la mayoría de edad espiritual no puede ser apresurada o forzada, sino que aparecerá cuando la conciencia esté lista, exactamente como el florecimiento de un capullo puede ser sólo el resultado del crecimiento natural. Tratar de vivir más allá de nuestro entendimiento no es espiritual, es autoengaño. Si fijamos la mirada en las cosas espirituales, y no tratamos de apresurar nuestro desarrollo, descubriremos la paz profunda que da la gracia divina.

Por ejemplo, supongamos que sembramos trigo en nuestro campo. El curso normal es que, a menos que llueva en el tiempo adecuado, el trigo no crecerá y posiblemente morirá. De nada vale el esfuerzo, la prisa, o el afán, solamente la firme confianza nos mantendrá en la actitud correcta.

"Así que sigamos adelante hasta llegar a ser adultos..." Hebreos 6.1

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