martes, 20 de octubre de 2015

Llegar a un acuerdo

"Si alguien te lleva a juicio, ponte de acuerdo con él mientras todavía estés a tiempo, para que no te entregue al juez; porque si no, el juez te entregará a los guardias y te meterán en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo."  Mateo 5.25-26

Jesús enfatiza en estas palabras otro aspecto su consejo de “vigilar y orar”. Siempre resulta más sencillo sortear una dificultad si la enfrentamos apenas aparece de lo que será después de que el problema haya echado raíces en el corazón. En el momento que la contrariedad se presenta, afirmémonos en la verdad, no dándole oportunidad de hacer mella. Además, cuanto mayor atención le damos a una dificultad, ella se cuela hasta las profundidades de la mente, y cuanto más se enfatiza, tanto más difícil será liberarse de la misma.

El Maestro, cuando se proponía destacar un punto relevante, empleaba una imagen de la vida cotidiana. En aquellos tiempos, la ley que se aplicaba a los deudores era muy severa. Cuando un hombre endeudaba, le convenía llegar, lo más rápido posible, a un acuerdo con su acreedor. Inclusive en nuestros días es preferible para un deudor evitar que su caso llegue a la corte.

Llegando a un acuerdo con el adversario mientras aún estamos de camino, es decir, corrigiendo nuestra percepción espiritual inmediatamente en lo que respecta a alguna dificultad, no incurrimos en “litigios” y la transacción permanece simple.

Es posible que al abrir el correo esta mañana nos encontramos una mala noticia. La mayor parte de la gente, en tal caso, se llenaría con pensamientos pesimistas, anticipando toda clase de dificultad que pudiera aparecer. Como fuere, lo apropiado, apenas recibimos las malas noticias, es volver nuestra atención a Dios -el Dios esencial, como lo llama Meister Eckhart- y rehusarnos a perder la paz que gozamos en la unidad de espíritu. Si hacemos eso, perseverando con firmeza hasta que la paz de espíritu esté restaurada, encontraremos que en poco tiempo, de un modo u otro, el problema desaparecerá.

"Porque esto es lo que dice: «Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación.»" Romanos 10.13

No hay comentarios:

Publicar un comentario