martes, 10 de noviembre de 2015

Anhelos del corazón

Una frase muy usual en el ámbito cristiano dice: “Dios tiene un plan maravilloso para cada persona, tiene uno para ti también.” El mayor desafío de nuestra vida, el único que real, es encontrar la vocación divina en nuestra vida. Si la misma es escuchada, todo lo demás en nuestra vida tomará su lugar naturalmente.


Dios no nos creó aleatoriamente, sin propósito. Todo el Universo es una unidad, o sea, observamos en él una armonía unificada, un propósito inteligente. Es imposible, por lo tanto, que Dios hubiera creado seres espirituales como nosotros, sin tener un plan bien diseñado, un propósito especial para cada ser humano. Cualquier lugar, tarea o circunstancia que pudiera ser, habrá solamente una persona que puede cumplirla a la perfección.

Sin embargo, podríamos preguntarnos ¿cómo hace una persona para encontrar su verdadera vocación en la vida? Existen algunos modos, por medio de los cuales podemos discernir. ¿Qué es lo que Dios realmente desea que hagamos? La respuesta está en el corazón, ese es el lugar secreto del Altísimo, en esa experiencia que identificamos como el anhelo de nuestro corazón. 

"Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos." Salmo 37.4

El anhelo más profundo y secreto que resuena en el fondo del corazón, es justamente la misma cosa que Dios está deseando que hagamos o seamos por Él, con Él y en Él. Y el origen de ese deseo en el interior del alma, es la voz del propio Dios llamándonos a que te despertemos y vayamos hacia el lugar donde Él nos necesita.

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