viernes, 15 de abril de 2016

Vigilancia del corazón

"Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Dios; y él nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado." 1 Juan 3.21-24

En el corazón de toda mujer y todo hombre Dios puso la disposición de vivir según su voluntad. Cada uno de nosotros estará satisfecho de cumplir la voluntad de Dios algunas veces y en determinadas circunstancias; no obstante, hasta que no nos dediquemos a Él con todo nuestro ser, no podemos realmente decir que vivimos de acuerdo con su divina voluntad.


Angelus Silesius escribió: "El azar debe desaparecer, y toda falsa apariencia: debes ser absolutamente escueto y esencial." Esta es una verdad fundamental para la vida espiritual, el costo de la libertad del alma es la atenta vigilancia interior. No podemos permitirnos ninguna transigencia, sea la que fuere. Nada, ni tradiciones, ni organizaciones, ni maestros, ni autoridades, deben interponerse entre nosotros y nuestra búsqueda directa de Dios

La asistencia, adoración y aprendizaje en Templos, Iglesias, y Santuarios, sirven a un propósito magnífico: brindar un marco adecuado para la tarea de extender el conocimiento correcto. Pero, sin una disciplina y práctica individual la verdad de Dios no será una experiencia real en nuestra propia vida.

"No todos los que me dicen: “Señor, Señor”, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial." Mateo 7.21

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