viernes, 8 de diciembre de 2017

¿Quién puede subir al monte del Señor?

"¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente limpias de todo pecado; el que no adora ídolos ni hace juramentos falsos." Salmos 24.34

Es probable que, al hacernos conscientes de nuestras limitaciones, la purificación del corazón nos parezca una meta inalcanzable, pero debemos recordar que no nos toca a nosotros realizarla, sino que es obra de Dios. Por medio de la palabra, Dios transforma nuestra mente y corazón, nos moldea con su Espíritu. El encuentro con el Señor jamás nos deja iguales.

"¡Ábranse, puertas eternas!¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria!" Salmos 24.9


Las puertas eternas simbolizan nuestra mente y corazón, es necesario que las abramos ampliamente dando paso al Rey de la gloria, el mismo Dios, para que Él entre y nos transforme con la luz de su presencia. Él creador, sustentados y soberano de todo, desea habitar en nuestro íntimo, más cerca de nosotros que nuestro propio aliento. Preguntemos quién es el Rey de la gloria, y Él mismo responderá.

"¿Quién es este Rey de la gloria? ¡Es el Señor todopoderoso!¡Él es el Rey de la gloria!" Salmos 24.10

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