jueves, 13 de noviembre de 2014

Se hace camino al andar...



Toda persona que sinceramente aspira a hallar la luz divina en su interior necesita emprender un método definido de trabajo espiritual, escogiendo las prácticas que satisfagan mejor su búsqueda y sus expectativas, siempre sometiéndolas a la prueba de la experiencia. De nada sirve solamente leer libros, hacer resoluciones, o hablar piadosamente acerca del asunto.

Escoge un método definido de trabajo espiritual, practícalo a consciencia cada día, y persevera en él el tiempo suficiente para darle una razonable oportunidad de ser efectivo. Es ilusorio pretender tocar el piano después de tan solo dos o tres intentos, o manejar un vehículo sin una pequeña práctica preliminar.

Trabaja con un objetivo concreto, escogiendo de preferencia aquello que te cause una cierta dificultad. Trabaja en ello firmemente y si no muestras mejora alguna interna, espera unas cuantas semanas y entonces prueba tu método con otro problema. Si aún no obtienes resultados, entonces desecha este método y adopta uno nuevo. Recuerda, siempre hay una salida, una solución posible. El problema está realmente en encontrar tu propia forma para resolverlo, no en obtener la liberación de tus dificultades.

Les aseguro que, por ser mis discípulos, mi Padre les dará todo lo que pidan.” Juan 16.23

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