viernes, 12 de diciembre de 2014

Dios esencial

Todos, en algún momento, nos hemos preguntado seriamente sobre quién y cómo es Dios. Teólogos y filósofos de todas las épocas han formulado las más variadas respuestas a las interrogantes sobre ¿cómo pensamos acerca de Dios? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Cómo es su carácter?, ¿Dónde está? ¿Podemos nosotros tener contacto con Él y, de ser así, cómo?


La idea más importante a tener en cuenta, y que no debemos perder de vista, es que Dios no es un hombre magnificado. Intelectualmente, la mayor parte de la humanidad se ríe, por considerar pueril, de la idea de una divinidad antropomórfica, pero basta observar las ideas y el lenguaje sobre Dios para darnos cuenta de cuán profundamente esta concepción está arraigada en la mente humana.


La Biblia dice que Dios es espíritu y que aquellos que lo adoran, deben "adorarlo en espíritu y en verdad"... Adorarlo en espíritu significa elevarnos hacia una comprensión espiritual de su Naturaleza. Intentar definir a Dios con nuestros pensamientos y palabras equivaldría a reducirlo a la categoría de un ídolo mental




Meister Eckhart escribió: «El hombre no debe tener un Dios pensado ni contentarse con Él… Uno debe tener más bien un Dios esencial que se halla muy por encima de los pensamientos de los hombres y de todas las criaturas.» Pero nosotros podemos obtener un excelente conocimiento básico acerca de Dios, considerando diferentes aspectos de Su naturaleza y de su acción, sin por eso identificarlos con la esencia divina.


"Por medio de lo que Dios ha creado, todos podemos conocerlo, y también podemos ver su poder. Así que esa gente no tiene excusa." Romanos 1:20

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