viernes, 16 de diciembre de 2016

Juicio

"Éste es el momento en que el mundo va a ser juzgado, y ahora será expulsado el que manda en este mundo." Juan 12.31

En las Escrituras, la palabra juicio significa primeramente discernir entre la verdad o la falsedad de nuestras percepciones. Esto es algo que hacemos, consciente o inconscientemente, todo el tiempo, y nuestra mayor o menor capacidad de juzgar rectamente determina el carácter de nuestras vidas. Percibir desde el mal es juzgar de forma injusta, y acarrea propio su castigo. Renunciar a la percepción del mal y afirmar el bien es juzgar con rectitud y trae consigo el galardón armonía y paz interior.

"No juzguen ustedes por las apariencias. Cuando juzguen, háganlo con rectitud." Juan 7.24


El juicio es un proceso continuo y diario, no es una gran prueba que va a tener lugar en el final de los tiempos. Cuando Jesús dijo: "No juzguen a otros, para que Dios no los juzgue a ustedes" (Mateo 7.1), él quiso decir que condenar a nuestros semejantes en vez de percibir en ellos la presencia divina, es terriblemente arriesgado, porque las apariencias que percibimos en el prójimo las percibimos como reales para nosotros, y todo aquello que percibimos como real lo experimentamos en nuestras vidas.

"¿Quién no te temerá, oh Señor? ¿Quién no te alabará? Pues solamente tú eres santo; todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios han sido manifestados." Apocalisis 15.4

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