martes, 14 de marzo de 2017

No juzguen a otros

"No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará." Lucas 6.37

El Sermón de la Montaña presenta, en secuencia, una serie de consejos muy prácticos para la vida. Jesús nos enseña a no criticar para que, a su vez, no seamos criticados. El Maestro nos enseña a considerar primero nuestras propias faltas antes de hacer un recuento de los errores de otros. Cuando  nos juzgamos sinceramente, empezamos a darnos cuenta que aquello que nos molesta en los demás también está presente en nuestras propias vidas. Aceptar y acoger nuestra propia humanidad, con sus luces y sombras, produce en nosotros un cambio de actitud hacia los demás.


Nuestras relaciones personales, los medios de comunicación, la política de las naciones, todo parece basarse en el conflicto y en la crítica destructiva hacia el otro, hacia el diferente. Nos parece natural permitir que el conflicto llegue a ser un modo de vida, nuestro modo de vida. Sin embargo, Jesús nos advierte acerca de los resultados negativos que sobrevienen cuando insistimos en juzgar, denigrar o injuriar a otras personas.

El consejo práctico fundamental que nos da Jesús es examinarnos a nosotros mismos antes de juzgar a otros. Reconocer que no somos mejores que los demás. Es posible que no tengamos los mismos pecados, errores o faltas de nuestro prójimo, pero es seguro que tenemos los nuestros. Aprender a examinarnos y juzgarnos a nosotros mismos cambia nuestra manera de ver a los demás, trae mayor  tolerancia, perdón y armonía para todos.

"¿Quién se da cuenta de sus propios errores? ¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas!" Salmos 19.12

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