martes, 31 de enero de 2017

Liberación


Las nubes grises, cargadas, sueltan con desdén
sus densas cortinas de agua sobre la tierra seca.
Los elementos danzan con rítmica armonía;
pero en mi interior aprendí a llamarlo día feo.

El viento, sin piedad, se lleva mi sombrero rojo,
parece que el destino quiere castigarme a mí,
sólo a mí, desamparado frente a las mil fuerzas
que gobiernan a su antojo nuestra frágil vida.

Escampa, entre las nubes densas se puede ver
la luz del sol, tímida y tenue, perforando el gris.
Ya no llueve ni sopla el viento feroz, todo pasó.
Y sé que no soy víctima del mundo que percibo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario